Por Lucero Ramírez

Ex servidores de la nación que fueron despedidos de la delegación del Bienestar en Tlaxcala, demandaron la intervención del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al tiempo que encararon a la responsable de dicha oficina, Lorena Cuéllar, quien se resguardó tras las rejas y de efectivos de la 23 zona militar.

Al frente estuvo, Tirso Espejel quien incluso, acompañado de un grupo de inconformes, interrumpieron por un segundo el paso de la caravana presidencial para entregarle al jefe del Ejecutivo federal un documento donde dan cuentas de las anomalías que existen en la dependencia.

Minutos antes, y tras varias horas de estar apostados afuera de las instalaciones donde el mandatario nacional ofreció una conferencia de prensa y sostuvo una reunión del gabinete de seguridad, los ex servidores de la nación acusaron a Cuéllar Cisneros de amenazar a algunos trabajadores de dicha dependencia, luego de que los despidieran injustificadamente.

Incluso, mientras se llevaba a cabo la mañanera del presidente López Obrador, se le ordenó a Lorena Cuéllar salir a atender a los manifestantes y recibir algunas peticiones que ciudadanos querían hacer llegar al presidente, sin embargo, en ese momento fue encarada por los despedidos de la delegación. 

Fue en ese momento donde Tirso Espejel le dijo a la delegada que lo que está haciendo es una injusticia, y que eso no se le debería hacer a la gente que ha trabajado fuertemente para que personas como ella estén en altos cargos. 

Así mismo Espejel le hizo la invitación a la delegada de ir “casa por casa en el municipio de Calpulalpan” para que se demuestre que las acusaciones que hace por sus personeros no son ciertas, esto ocasionó molestia en la funcionaria quien sólo respondió que “la procuraduría es la que tiene que hacer eso”.

De igual forma, otra de las inconformes, quien también fungía como servidora de la nación, declaró a este medio que recibió amenazas por parte de la delegada, y dijo tener todas las pruebas de sus malas acciones. 

Al momento en que López Obrador salió de la zona militar, arribaron su camioneta para pedirle que los escuchara y gritar algunas consignas entre las que se escuchaba “fuera Lorena”.