La igualdad entre los géneros no es una concesión, es un derecho ganado a pulso: Dávila Fernández
29 de mayo - 2020

Reconoce a diputadas y diputados de todos los partidos que impulsaron la armonización de las leyes federales de paridad y violencia política de género

Lamenta que para lograr la igualdad todavía haya quienes usen la violencia y la venganza como instrumento legislativo

La diputada federal del PAN, Adriana Dávila Fernández, reconoció a las legisladores y legisladores que impulsaron la armonización de la Ley de Violencia Política contra las Mujeres y Paridad, pues a pesar de las condiciones y el desaseo evidente en el manejo de la sesión de ayer en el Congreso local, se mantuvieron firmes en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. 

Sin embargo, lamentó que algunos actores políticos perciban estos avances como una concesión y no como un derecho conseguido por el trabajo de millones de mujeres en décadas.

Ante la negativa de aprobar un artículo transitorio que permite a las mujeres encabezar las listas de representación proporcional, externó su desacuerdo con presidentes de partidos políticos que, en nombre de la vida interna de estos, se niegan a reconocer que la misoginia, la discriminación y la descalificación hacia el género femenino prevalece.

Lo que sucedió en la sesión del Congreso demuestra que el camino aún es largo y que ninguna ley cambia las actitudes y patrones culturales machistas que todavía prevalecen en el ambiente político. 

Recordó que algunos de los dirigentes estatales de los partidos han sido diputados por la vía de la representación proporcional y nadie los cuestionó por ocupar esos lugares. Sin embargo, apuntó, la crítica y los adjetivos de descalificación para las mujeres que ocupan espacios por esa vía se intensifican como si tuvieran que demostrar todos los días que merecen ocupar un lugar en el Legislativo.

No obstante, confió en que las nuevas generaciones de mujeres podrán transitar con menor dificultad hacia la igualdad sustantiva. Por eso, hizo votos para que la respuesta a la lucha a favor del género no sea la destitución en las presidencias de comisiones o en la Junta de Coordinación Política como sucedió, pues quienes demostraron que sí los mueve un interés personal por pequeños espacios fueron quienes prepararon ese albazo.