Por Edgardo Cabrera

Las malas noticias no paran para la señora que cobra sueldo como coordinadora de programas sociales federales, aunque en los hechos, su verdadera ocupación es la promoción personal y el regateo electoral a costa de la utilización del Bienestar para cubrir los gastos de sus operadores políticos y de aviadores que tiene ahí metidos.

A la multiplicación de testimonios de ex servidores de la nación, que dan cuenta de abusos, excesos, ilegalidades y violación a los derechos laborales, ahora se suma otro revés, la llegada de una delegada nacional que se hará cargo de Morena en Tlaxcala.

Recordemos que en octubre del año pasado fracasó en su intento de poner a un tal “patrón” como dirigente, ello implicó reventar violentamente las asambleas distritales; luego, antes de la pandemia, pretendió impulsar a un vasallo, el levantadedos federal Terán, pero tampoco pudo.

Y dado que se les hizo bolas el engrudo, el partido tuvo que mantener al frente de la dirigencia estatal al senador Joel Molina, quien desde el año pasado pidió su salida para ocuparse de sus tareas en la Cámara alta, aunque también, por la búsqueda de la candidatura a la gubernatura.

A 7 meses del cochinero en que se convirtió su proceso interno (lo que incluyó denuncias de la senadora Ana Lilia Rivera, en contra de Lorena Cuéllar por el uso electoral de programas), la dirigencia nacional determinó enviar a la diputada federal con licencia Xóchitl Nashielly Zagal.

Mitómanos, como se les conoce, los chilindrinosbots y sus matraqueros ya venden la idea de que la delegada del CEN “es cercana” y sirve a sus intereses; en los hechos la diseñadora gráfica y fotógrafa mexiquense solo atiende a las indicaciones de la cúpula nacional, empezando por el presidente López Obrador, de ahí que nadie puede presumir que cargará dados a su favor, es más, deberían estar preocupados ya que por su perfil y origen, ignora la realidad política del estado así como las triquiñuelas de sus actores. 

Ello implica, también, malas noticias para cientos de incautos que han creído las promesas virreinales de que serán candidatos, siempre y cuando apoyen a “Lore”. 

Al igual que en Tlaxcala, en otros 13 estados Morena designó delegados, ante los cochineros en que también se convirtieron los procesos internos para renovar sus dirigencias. Será en junio cuando se formalicen los cambios.

LA CALABAZA DEL CENICIENTO

Ya salió el peine de la “férrea” oposición a la iniciativa electoral y de justicia de género que impulsan un grupo de legisladoras.

De buena fuente nos cuentan que el delicado Milton anda cabildeando su permanencia al frente de la Comisión Permanente con tal de saciar sus ambiciones de poder y de reflectores, y es que le restan horas al ceniciento para que el carruaje de la presidencia de la Mesa Directiva se le convierta en calabaza.

No solo se marchará con la cola entre las patas, sino que quedará a deber en su promesa de ser el primero en desahogar la flaca agenda legislativa. También ese cargo sirvió para que dejara atrás su posición crítica y hasta accediera a formar parte del “fondo moches”; le dio amnesia, apenas, meses atrás, se rasgó las vestiduras, criticó y hasta presumió que había renunciado a esos “dudosos” recursos de los que hoy se sirve.

Al regresar a su triste realidad, de ser un legislador más de tropa, sabe bien que ya sin la bandera de coordinador parlamentario o presidente, se le acabará su influencia con las autómatas plurales a las que antepone como moneda de cambio frente a la mayoría de la 4T. 

Paradójicamente, su única compañera de bancada y coordinadora, Leticia Hernández ha pintado su raya y no ha permitido que la utilice para sus fines personales, lo mismo ocurrió en su momento con la perredista Laura Flores.