Siempre a distancia
21 de mayo - 2020

Por Mauricio Hernández Olaiz

Desde que un servidor se enteró que los diputados locales sesionarían de manera extraordinaria a través de sistemas electrónicos para conexión a distancia, manifesté abiertamente que eso era una ilegalidad. Ya hace 8 días le contaba yo como, violando la propia constitución, los diputados se calificaron de no esenciales para la sociedad, ahora la organización de investigadores nacionales agrupados en la asociación denominada ‘Visión Legislativa’, concuerda con un servidor y afirma que el congreso de Tlaxcala está en la ilegalidad al sesionar de manera remota.

Y es que no se necesitaba ser un erudito doctor en Leyes, o un constitucionalista avezado para saber y constatar que no existe en la legislación local y en el reglamento interno de operación del congreso la figura de “sesiones remotas” “a distancia” o “electrónicas”.

Luego de que el pasado 27 de marzo de este 2020 el congreso de Tlaxcala sesionara por primera vez de manera remota, a distancia o en línea, se les hizo ver a los flamantes “levanta dedos” que todo aquello que legislaran o dispusieran a través de leyes y decretos aprobados de manera virtual serían improcedentes y motivo de controversias constitucionales por violentar el procedimiento legislativo.

Sin embargo su estúpida respuesta vino a través de una segunda sesión el 3 de abril, igualmente a distancia, los integrantes de la LXIII legislatura aprobaron por unanimidad de votos integrar la modalidad de sesiones extraordinarias electrónicas para poder desahogar asuntos de urgente y de obvia resolución durante el tiempo que dure la contingencia sanitaria por la pandemia del Coronavirus (Covid-19).

Pues argumentaron que los acuerdos entre diputados son los que le dan validez y rigor a las disposiciones más allá de estar en un salón o un pleno, es decir, el escenario no cuenta, sino lo que ellos acuerden. Craso Error. Sin duda son  unos genios como diría el ex candidato Meade.

Efectivamente es facultad del congreso poder modificar el reglamento interno y la ley orgánica del poder legislativo para adecuarla a los nuevos tiempos, o como en este caso, a situaciones de emergencia sanitaria, es decir, pudieron reformar y agregar la modalidad remota o electrónica, o a distancia, etcétera, pero para que hubiese tenido validez jurídica y constitucional debieron, forzosamente, hacerlo en el pleno, en el salón de sesiones porque así está dispuesto en la ley. Pero no, los avispados diputados lo hicieron a distancia.

Finalmente aquella primera sesión remota tan cacareada por el área de comunicación del palacio legislativo, solo servirá de evidencia para futuras controversias constitucionales, pues será facultad de aquellos quienes consideren que las disposiciones tomadas por el congreso con sus sesiones remotas podrían provocar serias complicaciones a futuro. Se sabe que algunos colegios de abogados estudian la posibilidad de llevar a cabo tales medidas.

Y es que finalmente el área de comunicación del congreso se ha convertido en la mejor fuente de evidencia de las constantes y atroces irregularidades cometidas por los torpes inquilinos de Allende 31, pues documenta y envía a todos los medios hechos de indudable quebrantamiento de la ley por parte de los diputados, como su autopromoción  a la entrega de despensas, suplementos médicos entre otros. Las acciones claramente propagandísticas de muchos de ellos contraviene la ley electoral, no en vano el dirigente estatal del PRD, Juan Manuel Cambrón y el representante legal del partido, Sergio Juárez, presentaron ya una queja formal ante el insípido e inoperante instituto tlaxcalteca de elecciones, teniendo como evidencia los propios comunicados del congreso. ¡Qué divertido!. A eso se le llama el no saber ni para quién trabajas, o un claro autogol.

Ya lo he manifestado también en reiteradas ocasiones, el área de comunicación del congreso es, precisamente, del congreso, no de las actividades proselitistas de cada diputado. Es la vocería del poder, del ente legislativo en su conjunto en sus acuerdos y posturas, no instrumento personalizado de cada despachador oportunista legislativo, pues al emitir un comunicado del congreso a nombre de un diputado en específico en acción u omisión, avala que todo el poder concuerda con los actos de uno de sus elementos.

Otro claro ejemplo de lo anterior es cuando se dio el asunto de los videos donde, aparentemente, la diputada Mayra Vázquez solicitaba moche al ayuntamiento de Tecopilco. El área de comunicación del congreso emitió comunicados con la defensa férrea de la legisladora, hasta con audios editados de la misma reunión evidenciada en video, en dichos boletines de prensa resaltaba la inocencia de la diputada. Con lo anterior se dio por sentado que el congreso, el poder legislativo en su conjunto, validaba la inocencia de su correligionaria, algo que sabemos no es así. Lo peor es que, aunque el caso parece que ya murió, si se retoma y alguna autoridad llegara a sentenciar responsabilidad de Vázquez, todo el congreso sería cómplice, todo por un simple boletín. 

Finalmente a los no esenciales y remotos diputados todo lo anterior les vale una hectárea de chorizo. Ni se apenan ni se acongojan. Al grado de que incluyen en iniciativas de ley, tan trascendentes como la reforma a la educación, exposición de motivos claramente plagiados, pirateos burdos de textos de especialista en la materia de la UNAM. Son ya muchas las evidencias de un congreso de terror que no entiende que no entienden la enorme responsabilidad que debe guardar un poder legislativo.

Quedan pues de manifiesto todas estas evidencias por si existe el REMOTO caso de que quieran reelegirse. Algo que para la sociedad de Tlaxcala, en su caso, debería ser no esencial.

@olaizmau