Por José Luis Ahuactzin

No solo la pandemia gana terreno en las cifras de contagios sino que la ignorancia se ha adueñado de mentes débiles para hacer más daño o igual que el mismo virus.

Por un lado los políticos que aspiran a cargos públicos en el 2021, utilizan la pandemia como un tema electorero y de beneficio personal, sin importar las vidas de los ciudadanos, al fin solo son visto como votos efectivos.

Otros utilizan la guerra de encuestas para colocar a sus mejores postores económicos en primeros lugares, y es que en esta semana por concluir circularon al menos 3 encuestas que posicionan a Morena como favorito para gobernar Tlaxcala, y admiten que el PRI y el PAN crecen en simpatías.

Otros acuden a publicaciones nacionales para azuzar el encono social y el golpeteo, en este caso fue el del mandatario Marco Mena, quien según una encuesta fue reprobado por las acciones de la contingencia sanitaria por Covid-19.

Pero en realidad la mayor parte de los tlaxcaltecas se dejan llevar por cortinas de humo y dejan en el olvido lo que ocurre en la entidad que si impactará a todos los habitantes; los daños colaterales por el virus no verá simpatías políticas, militancia, posiciones económicas o clases sociales, ni edades…

Tan es así, que los primeros estragos se vivieron en dos comunidades de Tlaxco la noche del jueves, donde pobladores al mero estilo porril, sin la razón ni la realidad, golpearon a varios empleados del ayuntamiento por qué, según ellos, iban a esparcir el virus con la sanitización.

Y, por si todo esto fuera poco, los despidos están a la orden del día en el gobierno federal a través de su delegación estatal del Bienestar, a cargo de la aspirante a la gubernatura Lorena Cuéllar Cisneros, por lo menos se ha documentado media decena de casos que quedaron al descubierto y a la opinión pública.

Inclusive, existen evidencias de que el uso de recursos públicos y humanos en esta dependencia son usados con otros fines, para posicionar -según- a doña parquímetros.

Tanta es la urgencia de reflectores que entre sus redes de operadores, digo servidores de la nación, les circulan vía WhatsApp panfletos disfrazados de columnas de opinión, remarcando el texto que adula a la súper delegada como la candidata que será la próxima gobernadora.Y la pregunta es: ¿si ya es la próxima gobernadora para qué sigue en el cargo público que ostenta?