Por Edgardo Cabrera

En la mira permanece la súper delegada, y no se trata de la oposición a la 4T, menos del gobierno de Marco Mena, son sus propios correligionarios quienes siguen documentando su chaquetero comportamiento.

Resulta que detrás de la asamblea constitutiva de Fuerza Social por México que se realizó en Apizaco el pasado 19 de enero, se encuentran no solo operadores de Lorena, sino también siervos de la nación que fueron desviados de sus tareas y responsabilidades oficiales para convocar y hasta acarrear gente para el acto que formó parte de los requisitos para que dicha agrupación se constituya como partido político nacional.

Lo anterior fue documentado por los propios morenistas quienes no quitan el dedo del renglón en el sentido de que la aspirante a la gubernatura actúa por conveniencia propia, más no por lealtad al partido presidencial y menos al gobierno al que se debe y del cual cobra religiosamente su quincena, amén del que se sirve para promocionarse.   

De lo ocurrido el 19 de enero, donde acudieron más de 6 mil personas, existen señalamientos de los propios empleados de la delegación del Bienestar quienes fueron obligados a reunir gente.

Y es que en el aspecto político y ante la incertidumbre de obtener la candidatura por el Movimiento de Regeneración Nacional, Cuéllar quiere quedar bien con el senador suplente de Germán Martínez, el poderoso Pedro Haces quien es el dueño de la franquicia que está a un paso de lograr su registro como partido político y que, por consiguiente, quiere tener candidato a la gubernatura de Tlaxcala. 

El pasado 15 de diciembre el primer intento de Fuerza Social fracasó, sin embargo, en esta segunda ocasión el éxito fue tal que la súper delegada amarró la candidatura, pero también nutrió los problemas legales que enfrenta ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación donde se mantiene vivo un procedimiento por infringir la ley y desviar recursos públicos con fines de promoción de la imagen personal.

INFRACTORA 

A colación de esto, vaya papelón que volvió hacer Lorena gracias a su equipo de incomunicación social y de sus asesores de “oro”, que más bien cobran a precio de oro sus servicios de latón.

Después de ser exhibida a nivel nacional como infractora electoral en el diario Excélsior, información que Gentetlx dio antes del medio nacional y de lo cual tuvo el descaro de tachar de falsa, no le quedó de otra que admitir que sí enfrenta una sanción por el desvío de los recursos públicos con fines propagandísticos dejándola exhibida como mentirosa.

Y la pesadilla apenas empieza, también desde su partido le siguen otras dos denuncias que datan de marzo del año pasado y por la misma razón: el uso faccioso de la dependencia.   

CLUB DE LOS MOCHES

Este lunes, al cierre del plazo, los diputados buscarán alcanzar acuerdos para designar al representante del legislativo ante el Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Desde la semana pasada la bancada mayoritaria intentaba privilegiar una propuesta mujer, sin embargo, la diputada morenista Ana Bertha Mastranzo se alió con la chiquillada para impulsar a Raymundo Amador, quien, al no alcanzar los votos, quedó fuera de la posibilidad de ocupar el cargo.

Aunque la chiquillada intentó adjudicarse la propuesta de Raymundo, quien en 2016 fue acusado por el petista Jesús Portillo de supuestamente pedirle 750 mil pesos a cambio de asignarle la diputación por la vía plurinominal, la realidad es que se convirtieron en comparsa del bloque lorenista ahora conocido como el club de los moches, o de las traiciones.

Y cómo no, si en él aparecen personajes como Mayra, señalada por dos alcaldes de sugerirles inflar el precio de facturas, a cambio de asignarles recursos extraordinarios; Garrido, recurrente infractor electoral evidenciado también por presionar a alcaldes a cambio de saciar sus ambiciones de poder dentro del PEST; así como Mastranzo y Chedraui, quienes siguen los mismos pasos de la Súper delegada: muerden cada mano que les ha dado el poder.