Por Edgardo Cabrera

En el PRI parece que se niegan a morir. Este domingo la cargada fue para el cuasi dirigente Noé Rodríguez Roldán que acudió a su registro como candidato a la dirigencia estatal, y con este acto se le vio de nuevo vida al partido en el gobierno estatal.

En este ánimo de resurrección y a diferencia de ocasiones anteriores, ahora no se guardaron las formas, y para muestra el aún líder estatal, Roberto Lima, quien se encontraba en primer plano echándole porras y apapachando al que será su sucesor.

En tanto que los líderes de organizaciones y sectores expresaron públicamente, sin cortapisas, su respaldo a quien ya llaman presidente.

Y dado que fue la de Noé la única planilla que se registró, solo restará esperar los tiempos para ser ungido como el dirigente que pasará a la historia en 2021 como aquel que refrendó el gobierno estatal o quien se lo entregó a la oposición luego de dos mandatarios tricolores al hilo

Por cierto que el cuasi líder se aprestó a mandar un mensaje optimista mediante el cual admitió que los tiempos de su partido son malos, luego del descalabro de las elecciones del 2018, de ahí que aseguró traer una visión “transformadora, de renovación de estructuras, y de reconciliación…”

Pero como del dicho al hecho hay un largo trecho, ya veremos si a la hora de la verdad en el corto plazo Noé́ logra sacar al tricolor de su marasmo; basta ver lo que ocurre en el Congreso para corroborar que el tricolor es un ente invisible, sin discurso opositor frente a la mayoría Morena y con pésima labor legislativa.

EL PINTOR

Marko Cortés regresó a Tlaxcala el sábado, a escasas dos semanas de que estuvo en la entidad para tomarle protesta al nuevo consejo estatal del PAN. 

En Apizaco se estrenó como pintor de brocha gorda. Junto con su comitiva, entre ellos Alán Ávila Secretario Nacional de Acción Juvenil, se puso a darle una manita de gato a la escuela primaria ”Niños Héroes de Chapultepec” de la comunidad Covadonga.

Dijeron que esa “bondadosa” acción forma parte de sus actividades encaminadas a cambiar el entorno social dentro del “II Voluntariado de Acción Juvenil”, eso sí, nada tontos, la pintura fue de los colores institucionales de su partido político aunque negó que sean actos de una campaña política para ganar militantes.

La realidad es que el líder nacional es quien ha venido a hacerle la chamba al tibio dirigente estatal José Gilberto Temoltzin quien, desde su llegada, se ha encargado de dividir a los suyos y relegar a los grupos que no comulgan con él, eso sí, su mayor preocupación es quedar bien con el ala morenista que lo llevó a la presidencia. 

Como parte de esa unidad, Marko apapachó a los candidateables al 2021: Minerva Hernández, Adriana Dávila y Julio Hernández, las dos primeras enfiladas a la gubernatura, y el de Apizaco a la diputación por el primer distrito federal. 

Y precisamente por la presencia del alcalde Julio Hernández, así como por ser el anfitrión, el líder nacional albiazul le reconoció públicamente su labor para “hacer más con menos” (ante el recorte de recursos federales a los municipios), así como por su labor al convocar al acto del sábado a los principales liderazgos de su partido.

Lo anterior lo deja bien parado ante el panismo nacional que anda ocupado en ubicar perfiles no solamente capaces de competir en el 2021, sino que traigan la playera bien puesta y no anden como cabras locas promocionándose en moles, fiestas familiares, carnavales y otras tantas tonterías que no aportan nada a la construcción de una oposición con propuesta y competitiva.

EN ESO DE RESUCITAR

A colación de las actividades con miras al 2021, nos enteramos que el viernes Enrique Padilla convocó a más de mil 500 personas a una reunión cuyo pretexto son las posadas navideñas.

Lleva 12 años con dicha actividad y en cada una de sus «tradicionales posadas» el grupo de personas y líderes políticos que lo acompañan no cejan en destaparlo para algún puesto de representación popular.

De un acto así salió el impulso para competir y ganar en su momento una diputación local, ahora, nos cuentan, el sobrino de Beatriz Paredes fue conminado a pensar en la gubernatura, aunque en realidad sus baterías estarían enfocadas hacía la alcaldía capitalina o un espacio legislativo.