12 de noviembre - 2019
Fuente: PROCESO
Al pisar el suelo mexicano por primera vez en su calidad de asilado político, el expresidente boliviano Evo Morales agradeció al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque le “salvó la vida”, denunció un golpe de Estado que lo llevó a renunciar el domingo pasado, y advirtió que desde el exilio seguirá “en política, sigue la lucha”.
“Llegamos aquí sanos, gracias a México (…)” dijo Morales minutos después de las 11:00 horas de este martes cuando descendió del avión que el gobierno mexicano envió ayer a Bolivia para trasladarlo a territorio nacional.
En unas breves palabras con la prensa aglutinada alrededor de la pista de aterrizaje, Morales reveló que el pasado 9 de noviembre, un cercano le enseñó un mensaje de un comandante de las fuerzas armadas que le ofrecía 50 mil dólares para entregarle al entonces mandatario.
Morales declaró que el golpe de Estado empezó desde que se dieron a conocer los resultados de la cuestionada elección del pasado 20 de octubre.
“Incendiaron tribunales electorales, anforas, sedes electorales, casas de nuestras autoridades (…) saquearon y quemaron la casa de mi hermana y mi casa en Cochabamba. No respetan la vida, menos la patria”, ahondó Morales.
“Hermanas y hermanos, es indígena Evo”, añadió el exmandatario, y sostuvo: “Hemos implementado programas sociales para los más humildes, buscando la justicia. Nuestro peor delito, pecado, es que ideológicamente somos antiimperialistas”, y sentenció: “No por este golpe voy a cambiar de ideología”.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón, fue quien recibió al exmandatario en el hangar del sexto grupo aéreo, y expresó que “es un día de alegría” y reiteró que en el territorio nacional se le brindará “seguridad, integridad y protección”.
El exmandatario salió del hangar en un helicóptero militar con un rumbo aún desconocido.