¡Congruencia, señoras y señores!
6 de noviembre - 2019

Por Iliana Navarro D

Cuando se dice que Tlaxcala atraviesa por un buen momento vale la pena detenerse a preguntar por qué.

De entrada, la actividad económica estatal crece a 4.1%.

En este año, ha hilado dos aumentos consecutivos, por arriba de la media nacional, mientras que, hay 22 estados que reportan números en rojo, y en ocho entidades hay señales de recesión, según el INEGI.

Por otra parte, la industria mantiene un ritmo de crecimiento constante. Solo en junio repuntó 18.7%, el nivel más alto del país.

Y la industria sin chimeneas, el turismo, mantiene una tasa anual de crecimiento de casi el 7%.

Estos indicadores no ocupan grandes referencias en la agenda de los medios. Muy pocos se ocupan en presentarlos y darles una explicación. Pero demuestran que el estado avanza.

El flujo de inversión privada no se ha detenido. Llegan nuevas empresas, abren nuevos negocios, más emprendedores emprenden proyectos en mejores condiciones. Y ello se ve en las principales ciudades de la entidad, en los atractivos turísticos, en las zonas comerciales.

Hay mayor movilidad de personas y mercancías. La gente tiene más empleo en la formalidad, según el IMSS, que reporta niveles históricos, a pesar de los efectos estacionales del empleo asegurado. 

Es evidente. El esfuerzo de muchas personas queda implícito en esta realidad, en la que al gobierno ha tocado la tarea de generar las condiciones para hacerla propicia.

Esa es la razón que justifica la reciente gira de promoción que el Gobernador del Estado hizo por Japón: atraer capitales asiáticos, atrapar la atención de industriales de las economías más fuertes a nivel mundial.

Y mientras las autoridades hacen su parte, las oposiciones asumen actitudes patéticas que demuestran la pobreza de su integridad.

Por un lado, el líder estatal del PRD, Juan Manuel Cambrón, pide cuentas del viaje a Japón, sugiriendo que fue de placer y para dilapidar el erario, y por otro, la senadora panista Minerva Hernández, asegura que el Conacyt no tiene conocimiento de la instalación de un consorcio de investigación suyo en la Plaza Bicentenario, que ahora pide sea culminada.

El gran problema de Tlaxcala es, justamente, que sus políticos no hacen política, sino politiquería. Creen que con sus señalamientos y llamados mediáticos atacan a un gobierno emanado de un partido ajeno al suyo, pero en realidad agravian a la sociedad tlaxcalteca.

No tienen interés real en construir soluciones sobre los problemas que denuncian, porque no buscan los canales institucionales para dirimir sus dudas, sino que prefieren ventilarlos ante los medios, para ganar reflectores y mostrarse como críticos.

¡Qué asqueroso!

¿Por qué no empiezan estos políticos por poner orden en sus filas, por predicar con el ejemplo desde sus propios partidos? ¿Por qué hacerse los tontos, los desentendidos?

Cambrón debe llamar a cuentas, con el mismo rigor, a sus presidentes municipales, cuyos escándalos rayan en la arbitrariedad y la desvergüenza. Y la senadora, recordar que ella se opuso a su edificación, azuzando incluso a los padres de familia de la primaria que ahí estatal para hacer protestas.

¡Congruencia, señoras y señores!

Pónganse a trabajar, y dejen que otros lo hagan también.

Comentarios: iliananavarro.tlax@gmail.com