¡AYYY NANITA!
25 de octubre - 2019

Por Edgardo Cabrera

Este viernes le vence el término a la Contraloría del Ejecutivo Estatal para que resuelva el inicio o no de un procedimiento de responsabilidad administrativa al ex titular de la Universidad Politécnica de Tlaxcala, Narciso Xicoténcatl, por el caso de la llamada “Estafa Maestra”.

Trasciende que desde esta semana los abogados de la dependencia estatal trabajan a marchas forzadas para integrar debidamente el expediente ya que se determinará que sí hay elementos para actuar en contra del también ex fundador del PRD en Tlaxcala

La carpeta se deriva de que en el año 2017 la UPTx firmó tres convenios con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano para transferir a empresas externas cerca de 178.6 millones de pesos.

Los destinos de esos fondos públicos federales son inciertos, toda vez que hacen suponer que las empresas involucradas, con registro en la Ciudad de México y Puebla, son fantasmas, solamente se crearon para ejecutar la operación de la transferencia de los fondos y luego desaparecieron sin, incluso, pagar los impuestos correspondientes a tan millonaria operación.

Solamente en un caso, una sola de estas firmas se habría embolsado algo así como 100 millones de pesos, y los proyectos de investigación que se hicieron son una verdadera porquería.

Para la Contraloría del Estado este caso es de vital importancia dado que la federación revisará con lupa el correcto procedimiento y espera que de los resultados que se obtengan se deriven denuncias penales, no olvidemos que la “Estafa Maestra” es la principal bandera del combate a la corrupción de la pasada administración federal.

PLUMÓN

El de Tlaltelulco es un alcalde singular, sin duda. Resulta que esta semana don Rubén Pluma bajó las cortinas de su oficina, cerró la presidencia municipal y, sin más, alentó a pobladores que le son afines a cerrar la Vía Corta en demanda de que el Congreso le ponga un freno al problema de límites territoriales con Chiautempan.

Ese mismo día un grupo de cuatro ediles, encabezados por el de Yauhquemehcan (el mismo de las observaciones a su cuenta pública 2018 por casi 11 millones de pesos) acudieron al Palacio Nacional donde protestaron en demanda de que el presidente López Obrador los atendiera y les incrementara el presupuesto para el próximo año.

Allá en la Ciudad de México la respuesta fue contundente, se usó gas lacrimógeno para dispersar a los ediles tachados de rijosos por AMLO.

Regresando a Tlaltelulco, el alcalde se pasó por el arco del triunfo a los ciudadanos que transitaban por la Vía Corta, alentó el caos vehicular por el cierre de la carretera, aunque minutos después corrigió la plana y decidió mover su protesta al Congreso del estado donde, por cierto, su hija, la diputada María Félix Pluma es la presidenta de la Mesa Directiva.

Tanto en la Vía Corta como afuera del Congreso, la protesta del alcalde Plumón fue tolerada, no se utilizó la fuerza pública y de inmediato fue recibido en el poder Legislativo por una comisión de legisladores, donde destacó la ausencia de su hija pero la presencia de Irma Garay, presidenta de la JCCP y además su correligionaria en el PT.

De los acuerdos alcanzados solamente ellos saben a ciencia cierta cuáles fueron, la realidad es que tanto en el caso del de Tlaltelulco, como de los cuatro ediles que fueron a la Ciudad de México, la coincidencia fue el desvío de recursos públicos y de su tiempo laboral para atender asuntos que deberían resolver en su calidad de autoridades, privilegiando la política y los canales adecuados.

En Tlaxcala el presidente municipal no tuvo empacho, además, en utilizar una patrulla para acarrear gente; a la Ciudad de México, nos cuentan nuestras fuentes, los ediles llevaron unidades oficiales y personal, amén de que los viáticos corrieron a cargo del pueblo.