¡HAGAN ALGO!
22 de octubre - 2019

Por Edgardo Cabrera

Hace algunos meses una reunión entre legisladores federales morenistas y el presidente López Obrador encendió el ánimo, principalmente de los senadores, al llegar al tema del papel que desempeñan los “súper delegados” en las entidades.

Salvo sus contadas excepciones, la queja fue avasalladora en contra de los funcionarios designados para coordinar los programas sociales federales toda vez que, valiéndose del puesto, se han dedicado a tareas proselitistas.

Como ocurre en Tlaxcala, buena parte de los delegados del Bienestar provienen de otros partidos y traen las mismas mañas del uso y abuso del recurso público para promover su imagen, y no es extraño, anhelan ser gobernadores de las entidades de donde son oriundos.

Por ello en aquella reunión las quejas al presidente se multiplicaron, pero no solo por el uso faccioso que hacen de los programas, sino porque por dichas ambiciones han descuidado lo verdaderamente importante: las demandas del pueblo.

Para nuestro caso, las quejas son a diario, por ejemplo en el ISSSTE, donde la súper delegada y sus secuaces mantuvieron una puerca campaña para correr a la priísta Perla López Loyo. Ya con la vacante desde hace varios meses, las cosas están peores.

Ahora la molestia no solamente es por la falta de medicamentos, especialistas o equipo y materiales, sino también por la reducción de las percepciones económicas de los trabajadores y hasta por la política discriminatoria para impedir el acceso a los familiares que tienen pacientes hospitalizados; por indicaciones directivas deben esperar en la calle, antes al menos los dejaban estar adentro en las escalinatas de acceso.

Y las inconformidades se multiplican a otras áreas, ahí está el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” el cual privilegió a cuates y compadres (como a los diputados o alcaldes), de los cuales se ha documentado no solamente la ausencia de programas de capacitación, sino también de asistencia de los beneficiarios a los centros de trabajos y hasta el “moche” del apoyo que se les otorga por parte de sus “mentores”, a cambio de que no hagan nada.

Eso sí, las fotos, declaraciones domingueras, los actos propagandísticos y la multiplicación de operadores políticos (pagados con recursos sociales federales) es la constante, así como la injerencia de esos funcionarios en procesos internos partidistas, como el del pasado domingo.

¿Y QUÉ DIJO EL PRESIDENTE?

¡Hagan algo!, “no se queden de brazos cruzados ni vengan a acusarlos conmigo”, fue la respuesta que les dio el presidente a los legisladores durante aquella reunión que les cuento.

De ahí que no resulta extraño que desde esa fecha se han documentado las quejas y la mala utilización de los recursos públicos federales en Tlaxcala.

La senadora Ana Lilia Rivera asegura que ya le tiene su paquetito a Lorena Cuéllar, los disturbios de las asambleas distritales de Morena del domingo fueron la gota que derramó el vaso, ahora sí, con nombre y apellido la acusó de fechorías y las pruebas ya las tiene –dijo-.

El senador Joel Molina también hizo lo propio, además de lo del domingo, cuenta con evidencias de la desatención a los beneficiarios de programas sociales; en algunos casos esos descuidos de los funcionarios del Bienestar les han costado la vida, como también documentamos en Gentetlx el caso de un joven con discapacidad de Tetlanohcan que murió esperando su apoyo, eso sí, los funcionarios se fueron a sacar la foto con él al entregarle una tarjeta sin fondos. 

Ahora solo resta ver si también “hasta arriba” ¡hacen algo!, porque los legisladores ya han cumplido con la recomendación presidencial.

SALDOS

A colación de lo ocurrido en Tlaxcala donde Morena debió cancelar dos de sus tres asambleas distritales ante la falta de condiciones y la actuación de mapaches y porros, en otras entidades no cantan mal las rancheras.

El Movimiento de Regeneración Nacional también suspendió asambleas distritales en Guerrero, Morelos, Puebla, Veracruz y la Ciudad de México

En todas la coincidencia fue la misma, se presentaron disturbios, incluso en la capital del país, el diputado federal moreno, Mario Delgado, no pudo votar en una casilla instalada en Iztacalco. 

Los delegados del Bienestar están más ocupados en tareas políticas que en obtener buenos resultados en el trabajo por el que cobran miles de pesos

Posted by gentetlx on Monday, October 21, 2019