Por Fernando Tamayo

Así es como la Senadora por MORENA Ana Lilia Rivera Rivera es como llamó a los compañeros de partido, responsables de programas sociales y ciervos de la nación quienes a través, según dijo, del uso del aparato burocrático y el erario federal condicionan los apoyos de la llamada 4 T para ser afiliados a dicho instituto político e influir en la asamblea estatal donde la dirigencia de MORENA en Tlaxcala será renovada.

Y es que en un video difundido a través de redes sociales, la legisladora federal señala que el movimiento del cambio verdadero inició como una acción tendiente a modificar el régimen político de México y que la clase política de antaño junto con el sistema de partidos tradicional se acabaran. Pero si lo anterior no fuese suficiente denunció públicamente la infiltración de personajes que ella definió como “integrantes del viejo régimen”, llamándolos a quedarse en sus antiguos partidos políticos.

Lo señalado por Rivera Rivera tiene varias aristas que sin duda llaman la atención. Por principio de cuentas, la exigencia de contar con procesos electorales, ya sean internos u oficiales por cualquier integrante de la clase política es, sin duda, un acto de reconocerse, sin embargo, el hacerlo únicamente a través de redes sociales es un acto que se queda a medias y transita por los caminos mediáticos y de la subjetividad personal. ¿Por qué la Senadora, sabedora de que el padrón de afiliados de su instituto político ha sido o se ha intentado alterar no ha solicitado la intervención de las instituciones correspondientes para investigar y castigar dicha situación? ¿Por qué además si tiene claro que quienes pretenden inmiscuirse en la vida interna del partido son integrantes o ex integrantes de los llamados partidos tradicionales no los señala con nombre, apellidos y pruebas? 

La Senadora no se equivoca en su discurso, por el contrario, el exigir dar cabal cumplimiento a los pilares de la llamada 4T de no robar, no mentir, y no traicionar es de aplaudirse, sin embargo, el exigir no comportarse como lo hacen o hacían los integrantes del antiguo régimen y no denunciar penalmente, aportar pruebas y señalar frontalmente a aquellos que hoy culpa de traicionar el movimiento constituye en sí mismo la misma forma en que un integrante del viejo sistema se comportaría cuando siente que los dados están cargados.  

Por el bien de México, de Tlaxcala, de la democracia y de la intensión fundada y honesta de cambiar al país de fondo, la Senadora Ana Lilia Rivera Rivera debería no solo acudir a un video difundido a través de redes sociales, sino ejercitar las acciones legales que correspondan aportando las pruebas necesarias para que todos aquellos que hoy señala de traidores no solo sean exhibidos sino además sancionados. 

El sistema democrático solamente podrá solidificarse si aquellos que lo integran ya sea como integrantes de la clase política o como parte de las instituciones respetan las leyes no solo en su parte objetiva, sino en la subjetiva y adjetiva. El Estado de Derecho es un requisito sine quam non los modelos democráticos pueden mejorarse. Al tiempo.

Desde la barrera

De nueva cuenta el Diputado Covarrubias generó polémica en la Entidad, al ser señalado por habitantes de Texoloc -municipio gobernado por su madre- de ser timados al momento de que el legislador y la alcaldesa les entregaran cerdos y borregos enfermos mediante recursos provenientes del polémico programa para el fortalecimiento de los municipios que los legisladores decidieron aprobar para ser ellos quienes de manera directa pudieran ejercer recursos. De comprobarse lo señalado por los habitantes de dicha localidad será necesario actuar en consecuencia y revisar si los flamantes fondos aprobados por los parlamentarios tlaxcaltecas verdaderamente han cumplido sus objetivos o solamente han servido para beneficiar a los propios Diputados. 

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