De congresistas a investigadores de cuarta…T
4 de octubre - 2019


Por José Luis Ahuactzin

La diputada Mayra Vázquez Velázquez, de la bancada de Morena, se metió en una encrucijada de la cual saldrá bajo dos condiciones: a) que ofrezca una disculpa a sus compañeros por haber señalado que el programa «Jóvenes Construyendo el Futuro» es un engaño o, de plano, es un cochinero, por la asignación discrecional de los becarios y su control.

Y b) presentando la denuncia formal ante las instancias como es la Fiscalía General de la República para que investigue si el manejo del programa federal es con fines discrecionales, porque al conocer de la existencia de un delito -en el que el fraude es el mejor acomoda- está obligada a denunciarlo, o formaría parte de una investigación por no cumplir su calidad de CIUDADANO al no denunciar.

De no realizar alguna de estas acciones, la diputada se convertirá en el hazmerreír de sus propios compañeros, porque no se puede aventar la piedra y esconder la mano; y para muestra basta un botón: en la sesión legislativa del jueves fue evidenciada como faltista a las sesiones, sin recibir sanciones.

En la mira 

Resulta que al interior del Congreso local les alteró las emociones saber que fueron inspeccionados por personal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y no encontrar a la totalidad de los 136 becarios inscritos.

Pero más aún, hay dos diputados de MORENA, un hombre y una mujer, que podrían ser sujetos de investigación porque hay quejas de moches a los depósitos de los 3 mil 600 pesos que mensualmente reciben los jóvenes inscritos 

Por lo que no será raro que a los jóvenes se les amague con evidenciarlos para sancionarlos al verter información o declarar una sola palabra a la PRENSA.

Las cifras no cuadran

Pero como no se pusieron a temblar los diputados con la inspección a los 136 becarios, si tan solo basta hacer memoria que en abril pasado este reportero y Gentetlx solicitaron información vía solicitud de información para saber cuántos y dónde estaban asignados, respondieron sobre la existencia de 136 becarios.

Y si le sumamos que son 350 entre empleados, funcionarios, diputados y anexos, ¿dónde iban a caber 486 personas en el edificio del Poder Legislativo? 

Cabe hacer mención que los 350 registros de empleados, sindicalizados, funcionarios y diputados, forman parte de la nómina general del Congreso de Tlaxcala y de la que tiene una copia Gentetlx

Por ejemplo, y sólo por si tiene duda, en el área de Prensa y Relaciones Públicas el funcionario, David Rodríguez Silva, percibe con el nivel 19, 35 mil pesos brutos; el empleado con categoría de servidor público eventual, y con el cargo de secretario particular, José Hugo Sánchez Mendoza recibe con el nivel 19, 12 mil pesos brutos.

La sindicalizada asignada en la misma área, Nohemí Carmona Sánchez, percibe con la plaza de nivel 6, 13 mil 993.78 pesos; otra secretaria particular con el nivel 19 de servidor público eventual, María Guillermina Loaiza Cortero, recibe 6 mil pesos brutos; otro servidor público eventual con el puesto de secretario particular, Gabriel Reyes Labra, percibe 8 mil pesos brutos.

Nancy Torres Romero, quien tiene asignada una plaza sindical con el nivel 4, percibe un sueldo de 9 mil 962.16 pesos; Norma Hernández Ocaña, con el nivel 7 de su base sindical, recibe 16 mil 945.08 pesos.

Otro caso es el de Víctor Manuel Meneses, quien ostenta una plaza sindical con el nivel 7, cobra 15 mil 504.16 pesos de forma bruta; otro caso de María Isabel Ordóñez Zárate, sindicalizada con nivel 7, y cobra 15 mil 587.36 pesos; y Edgar Pérez Aquiahuatl, quien tiene una plaza sindical con el nivel 5, y cobra 11 mil 887.1 pesos.

En todos los casos son sueldos mensuales y de forma bruta, pues deben cumplir con sus obligaciones fiscales y pagar impuestos