EU. Édgar Veytia, exfiscal de Nayarit, es condenado a 20 años de prisión
26 de septiembre - 2019

Fuente: PROCESO

La jueza federal Carol Bagley Amon, de la Corte de Brooklyn, sentenció a 20 años de prisión al exfiscal general de Nayarit, Édgar Veytia.

Acusado de tres cargos por traficar drogas a Estados Unidos, Veytia también fue condenado a cinco años de libertad bajo supervisión, así como a entregar un millón de dólares de activos confiscados.

En la sentencia, la jueza Amon consideró que Veytia había cometido un “delito extraordinariamente serio”, y explicó que el fiscal, apodado El Diablo según la acusación de la fiscalía, también había autorizado el uso de violencia en su estado, incluyendo asesinatos.

Amon aceptó parte del argumento de la defensa, de que Veytia había sido colocado como autoridad en un estado con altos niveles de corrupción y de violencia, por lo que no tenía opción más que corromperse.

Su tarea era “imponer la ley en un área de México donde no había leyes”, indicó Amon. Sin embargo, expresó que Veytia había permanecido en el estado de Nayarit por un interés financiero.

Explicó que dado que Veytia tiene la ciudadanía estadunidense, y contaba con propiedades en California, el funcionario pudo haber emigrado a Estados Unidos, y así escapar de la violencia en México.

Veytia, por su parte, expresó que lo habían colocado en un “estado de guerra”, pero que aceptaba que había cometido “errores”, por lo que pedía clemencia a la juez.

La acusación de la fiscalía se basó en los favores de Veytia al llamado Cartel H-2, encabezado por Juan Francisco Patrón Sánchez, a cambio de sobornos. Bajo la protección de Veytia, el Cartel H-2 distribuyó cientos de kilos de drogas a Estados Unidos.

Su ayuda también implicó la liberación de prisión de miembros y asociados del Cartel H-2 acusados de tráfico de drogas y posesión de armas, entre otros delitos. Asimismo, instruyó a agentes de las fuerzas del orden a atacar a narcotraficantes rivales en Nayarit.

Veytia se había declarado culpable el pasado 4 de enero, luego de que fuera arrestado en marzo de 2017 en la ciudad de San Diego tras cruzar la frontera desde México. Más tarde fue trasladado a Nueva York, donde fue radicado su caso.

En agosto último, la agrupación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) dio cuenta de las correrías de Édgar Veytia en su paso por la Fiscalía General de Nayarit. A continuación, se reproduce el texto:

Los nayaritas supieron lo que era vivir en el infierno, mucho antes de que en Estados Unidos hicieran público que, en el mundo del crimen organizado, al exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia lo apodaban “El Diablo”.

Poco a poco salen a la luz las historias de terror, desaparición de personas, secuestro, extorsión, levantones y asesinatos sufridas por comerciantes, dueños de terrenos que fueron obligados a pagar derecho de piso o malbaratar sus tierras.

Las que se describen a continuación son las de un grupo de comerciantes se atrevieron a enfrentar a Veytia –hoy preso en Estados Unidos, acusado de narcotráfico— y que fueron documentadas por la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

Era la primavera del 2013 –entre mayo y junio– cuando un grupo de comerciantes, pequeños restauranteros, vendedores de flotadores para nadar y ambulantes que ofrecen comida al turismo a lo largo de los dos kilómetros de playa en Guayabitos –municipio de Compostela– fueron a Tepic, la capital, porque ya no soportaban más.

Los pagos por derecho de piso, los secuestros, las amenazas de muerte y los asesinatos los estaban ahogando. Y aunque el miedo les calaba hasta los huesos, se enfrentaron a Édgar Veytia, quien apenas unas semanas atrás –en febrero de ese mismo año– había sido nombrado Fiscal, si bien hacía tiempo que estaba al mando de la policía.

Entre los comerciantes que se animaron a entrar a la oficina de Veytia en la Fiscalía del estado –ubicada al poniente de la capital nayarita– también iban los dueños de modestos hoteles a quienes un grupo de hombres con armas largas los sacaron a empujones de sus casas para que firmaran contratos de venta sobre sus negocios con una empresa constructora llamada DUVASA. Justamente entre febrero y marzo de ese mismo 2013, casi al mismo tiempo que en el Congreso de Nayarit cocinaban la designación de Veytia como Fiscal a propuesta de su amigo, el gobernador Roberto Sandoval.

Antes de escuchar a los vecinos de Guayabitos, Veytia colocó una pistola con sus iniciales grabadas en la cacha sobre su escritorio. Lo hizo en un solo movimiento. El ruido del arma sobre la madera intimidó a los comerciantes.

Todos sabían que, bajo sus órdenes, operaba un grupo de encapuchados, armados y a bordo de camionetas sin placas. Se trataba de policías que habían sembrado el terror en Nayarit desde que Sandoval asumió el cargo de gobernador, según testimonios obtenidos por MCCI.

De acuerdo con la investigación, uno de los asistentes grabó el encuentro dentro de la oficina de Veytia y a lo largo de 54 minutos, en medio de la discusión, se escuchaban gritos desesperados de una mujer que suplica con gritos de dolor que paren.

Pero Veytia no reparó sobre los lamentos y ni él ni sus guaruras procuraron averiguar qué pasaba, incluso refiere MCCI, el Fiscal habla como si las exclamaciones de dolor y el llanto de la mujer fueran parte del ambiente.

La organización encabezada por Claudio X González obtuvo copia de esa grabación que, desde hace tiempo, circula entre los vecinos de Guayabitos y comprobó con cuatro distintas fuentes ajenas a la comunidad de Guayabitos que sí se trata de la voz del exfiscal detenido en Estados Unidos y al borde de una condena tras confesar que protegió al narcotráfico.

MCCI se reservó los nombres de sus fuentes por razones de seguridad y porque la mayor parte de los policías, comandantes, testaferros y cómplices del exfiscal todavía viven y operan Nayarit.

Como también ha publicado Proceso, en el periodo 2011-2017, durante el gobierno del priista Roberto Sandoval policías encapuchados dirigidos por Veytia extorsionaron a cientos de personas para despojarlas de casas, ranchos, negocios, bodegas, terrenos y dinero.

Tras su captura en Estados Unidos, se publicó que el exfiscal facilitaba que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) almacenara en Nayarit cargamentos de cocaína y precursores de drogas sintéticas que desembarcaban en Manzanillo, Colima, puerto ubicado a 473 kilómetros de Tepic. Los capos eligieron para vivir localidades nayaritas como Tepic, Bucerías, San Blas, Bahía de Banderas y Nuevo Vallarta.