Por Edgardo Cabrera

Los sindicatos del Cobat y Cecyte reventaron contra el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al quejarse por la reducción del presupuesto a la educación media superior.

Tanto el gremio de administrativos como de docentes en el Colegio de Bachilleres, se quejaron por la disminución de hasta 20 por ciento en primas de antigüedad, prestaciones, y gastos personales.

Juan Netzahuatl Saldaña y Fernando Lima Hernández, líder sindicales, anticiparon que realizarán paros laborales en todo el país, como parte de los acuerdos nacionales de dichos sindicatos de bachilleratos.

Mientras que en el Cecyte, personal administrativo y académico paralizó labores en todo el estado en inconformidad por la desaparición del recursos para prima de antigüedad, así como por la reducción de 90 % en la operación de gastos de los planteles.

Por la protesta, al menos 17 mil de alumnos fueron afectados sin labores escolares.

Las manifestaciones podrían escalar y sumarse las responsables de estancias infantiles que siguen en espera de las reglas de operación para acceder a los subsidios que fueron presupuestados como parte del programa que operaba la extinta Sedesol, hoy Secretaría del Bienestar.

Por lo pronto no existe la intervención de la federación para atender las quejas en Tlaxcala, ya que tanto la súper delegada como sus allegados andaban más ocupados en la organización de la Consulta por la termoeléctrica la que, por cierto, en la entidad tuvo una pobre participación.

MAÑOSOS

Sin el mínimo empacho, con engaños y manipulados por la dirigencia sindical, un grupúsculo de lidercillos de las normales organizaron desde hace como cuatro meses una revuelta en busca de remover al director de educación terminal e imponer a un títere para hacer de las suyas, es decir: NADA.

Aunque estos “profes” han expresado una serie de supuestas demandas que no todos los maestros apoyan, en los hechos lo único que exigen es que ese cargo directivo de la USET se le otorgue a la sección 31 para continuar con viejas prácticas como la asignación discrecional de horas de promociones, entrega de plazas federales y otras cosas más.

Y por lo anterior, desde hace 3 semanas se han negado a regresar a clases afectando principalmente a las estudiantes, porque es claro que lo suyo no es la educación sino saciar sus ambiciones.

¡¡¡NOOOO!!!

La amnesia sigue afectando (convenientemente) a uno que otro cínicazo que nos quiere ver la cara y tomarnos el pelo para no aceptar sus abusos y la afectación al erario.

Ahora fue el turno de Cid Copión, quien una vez más quedó evidenciado como un personaje tan deshonesto que lo mismo copia exámenes en los procesos de selección convocados por el congreso, que engaña diciendo que a su hija no la metió a la nómina del TSJE como parte de un intercambio de favores con los señores de la toga y birrete, Bonilla y Rebequita.

Al ser entrevistado este lunes, tuvo el descaro de decir que su retoño no entró a trabajar al poder judicial, sino que sólo fue “acomodada” para hacer su servicio social, no obstante en el Consejo de la Judicatura tienen otra versión, y esa incluye el ruego del muñecazo Bonilla para colocar a la inexperta egresada de la carrera de derecho como auxiliar en la ponencia de Rebequita, pasándose por el arco del triunfo el servicio profesional de carrera.

Por si fuera poco su descaro, Cid Copión dijo que la contratación del esposo de la magistrada Amlofóbica en la CEDH fue por su “currículo”, ¡ah caray!, pues hasta donde sabemos su perfil es de administrador de empresas y su experiencia consiste en regalar despensas. No cabe duda que este embustero nos quiere ver la cara de idiotas.

Y para rematar, también negó que les pague más de 80 mil pesos mensuales a cada uno de los cuatro consejeros consultivos, pese a tener el carácter de honoríficos, no obstante esa información es pública y el monto aparece etiquetado en el presupuesto de egresos 2019 que fue aprobado por el Congreso.

Apenas, recordemos, otro que también faltó a la verdad fue el presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política, Víctor Báez, quien negó el incremento a las dietas de los levantadedos y que éstas llegaran a los 105 mil pesos este año, lo cual quedó probado en el presupuesto de egresos evidenciando la mentira.

Lo mismo ocurrió con el muñecazo de madera, para que nos entiendan, el pinocho mayor, quien tuvo el descaro de negar un aumento a su sueldo para sumar los 205 mil pesos mensuales como presidente del Tribunal Superior de la Injusticia.

No cabe duda, con todo y vivir en la era de la cuarta trasformación, se multiplican aquellos que se niegan a servir a la ciudadanía con austeridad y honestidad.