Por sus chicharrones
24 de octubre - 2018

Por Edgardo Cabrera

Además de levanta dedos, ahora sabemos que quienes cobran en Allende 31 son de buen diente y no siguen el ejemplo del senador Martí Batres, quien promovió fallidamente el #TuppersChallenge entre los legisladores, para tratar de frenar los excesos de pagarles millones de pesos del erario para sus alimentos.

En Tlaxcala, y tal como ha ocurrido con otras políticas de austeridad promovidas por su líder moral Andrés Manuel López Obrador, quienes se sienten iluminados por la morenita decidieron ignorar las recomendaciones y, por el contrario, mantienen un comedor que es financiado con recursos públicos provenientes del propio Congreso.

Además de cobrar su dieta en los mismos términos que sus antecesores (luego de que se negaran a reducirlas), el pueblo debe pagarles sus antojos que van desde pescado, cortes de carne o pasta, hasta chicharrón en salsa verde, o como les gusta pomposamente presumirlo en su menú “corteza de cerdo en salsa esmeralda”.

Por cierto que en su restaurante solamente pueden comer los diputados y sus consentidos, el resto de los empleados tienen prohibido alimentarse ahí (con todo y que lleven su tupper).

Pero a estos nuevos ricos no solamente hay que seguirles manteniendo sus antojos, sino que por su glotonería, durante los trabajos del martes cayeron una y otra vez en la ilegalidad al sesionar sin el quórum requerido ya que varios de estos levanta dedos prefirieron salirse del salón de plenos para irse a tragar.

No cabe duda que la nueva legislatura sí está haciendo historia…

Desinterés y hostigamiento

El mentado “censo para el bienestar” no ha impactado entre la población tlaxcalteca, por el contrario, los desafortunados censados han tenido que soportar la improvisación, desinformación y groserías de algunas personas que realizan ese trabajo y quienes más bien actúan como operadores de la anticipada campaña de Lore, la vice gobernadora.

Pero no sólo eso, ya hay quejas de algunas personas de la tercera edad que se sienten hostigadas por los “servidores de la nación” quienes meses atrás fungieron como promotores del voto de los candidatos de Morena.

Y es que en los casos de aquellos que no son localizados en sus domicilios les exigen que se pongan en contacto con los encuestadores “a la brevedad” mediante una especie de citatorios elaborados en fotocopias de baja calidad y que ponen en duda su veracidad.

El asunto es que los beneficiarios de programas asistenciales, como el de adultos mayores de la Sedesol, han comenzado a entrar en pánico porque creen que de no atender al citatorio les será retirada la pensión.

En otro casos, han cuestionado el motivo del porqué personas que carecen de facultades legales y que no representan a ninguna institución pública piden información personal que se supone ya existe a nivel gobierno por lo que se han negado a ofrecer esos datos.

La realidad es que el dichoso “censo para el bienestar” simplemente se trata de una calentura electoral para elaborar un padrón de cara a las ambiciones políticas de los suspirantes a las próximas elecciones locales.

Conteo

En un desesperado intento por no ser tachado de mentiroso, el levanta dedos Castro utilizó la máxima Tribuna del Estado ahora para re victimizar a una mujer que perdió a su hijo por una presunta negligencia médica, misma que es debidamente investigada por la PGJE y la comisión de arbitraje médico.

Además de evidenciar una vez más sus deficiencias para leer lo que le escriben, no pudo probar los “asesinatos” que según él existen en los quirófanos y menos los robos de niños. Es claro que además de chapucero carece de valor para admitir que se equivocó.