Pone Huachicol en jaque al poniente de Tlaxcala
13 de julio - 2018

Vecinos y pobladores de la zona sufren robos y estragos de la presencia de grupos criminales en la zona

Por Alfredo González

Pobladores y vecinos de la zona poniente del estado son quienes padecen de primera mano los estragos y consecuencias de la presencia constante de grupos delictivos en municipios como Calpulalpan, Benito Juárez, Nanacamilpa y Sanctórum, donde además de situaciones de inseguridad, su entorno social, económico y hasta agrícola son afectados.

Y es que según versiones de los habitantes de la zona, el trasiego ilegal de combustible que, según cifras nacionales de organismo de seguridad, agrupaciones de empresarios y transportistas e incluso la propia para estatal PEMEX, la entidad tlaxcalteca ocupa ya un sitio en el triángulo rojo del huachicol.

Lo Anterior ha derivado en situaciones de inseguridad y violencia en calles y colonias de las demarcaciones, donde ya es rutinario observar vehículos utilizados para el transporte del hidrocarburo, además de los robos de unidades automotoras para ser destinadas a este fin.

En ese sentido, comentaron que se han identificado en más de una ocasión que grupos delictivos de la entidad vecina de Puebla, ingresan a territorio tlaxcalteca para amagar y con lujo de violencia hurtar unidades, principalmente camionetas y camiones de carga, aprovechando el intenso tráfico vehicular que representa la carretera México-Zacatepec, en el tramo Ocotoxco-Texcoco.

Situación que ha ocasionado enfrentamientos con las fuerzas de seguridad pública, además de riñas entre grupos presuntamente dedicados a actividades ilícitas, señalando que la comunidad de San Cristóbal, en Calpulalpan se ha tornado altamente peligrosa en algunos momentos.

Derivado de las situaciones irregulares, comentaron que la afluencia de turistas a la zona identificada por la el elaboración de pulque y diversos platillo ha disminuido de manera dramática ante el temor de los eventuales asaltos y situaciones de inestabilidad Motivados por la presencia de estas células delictivas.

«Ya casi no hay turismo, los que viajan y pasan por aquí antes se detenían a comer, a comprar cosas… Pero ahora les da miedo la situación, el que no le roban el espejo o el rin los dejan sin coche, sin dinero, y a veces hasta peor… Ya ni los camioneros quieren pararse aquí en la (carretera) federal o en el arco (Norte) «, comentaron.