Por Edgardo Cabrera

A colación de los resultados electorales en Tlaxcala, el PAN tendrá dos legisladores federales por la vía plurinominal: Adriana Dávila Fernández y Carlos Carreón Mejía.

Mientras que el PRI se quedará con un espacio de representación en la Cámara Alta en la figura de la ex gobernadora Beatriz Paredes Rangel, quien también se coló por la vía de la representación proporcional.

Con dichas posiciones la entidad contará con cinco diputados federales, sumando los tres distritos que ganó Morena.

En tanto que en el Senado existirán cuatro legisladores considerando la fórmula pejista representada con Ana Lilia Rivera y José Antonio Álvarez Lima, así como la primera minoría que se disputarán en los cómputos distritales Minerva Hernández Ramos y Anabel Alvarado, ante la cerrada diferencia que marca el PREP y que mantiene a la cabeza a la panista-perredista.

En el caso de la candidatura dúplex que tenían Lorena Cuéllar y Álvarez Lima, nos informan que con base a las reformas electorales ambos se quedan con la posición de mayoría ganada directamente en las urnas, por lo que los listados pluris de Morena se recorrerán de ahí que no hay posibilidad de que dejen a sus suplentes en esas posiciones.

Limpia

El dirigente estatal del PRI, Roberto Lima amagó ayer con realizar una limpia en el partido al advertir que existieron militantes que los “traicionaron” antes y durante la jornada electoral del domingo.

No dijo nombres, pero es claro que debe revelar quiénes son esos supuestos traidores, pero no sólo eso, el Comité estatal en pleno debe someterse a una evaluación interna y que salgan los que no dieron el ancho al quedar relegados a la tercera posición y no ganar ningún distrito local.

Es evidente que el efecto AMLO los aplastó, sin embargo la operación política fue nula o deficiente, tan es así que no pudieron subirse al menos al segundo lugar.

Ahora su cruda realidad es que entregaron el congreso local a una aplastante mayoría morenistas, pero además que los frentistas tendrán un mayor número de curules para relegar al PRI y sus aliados a solamente algo así como 3 o 4 espacios plurinominales.

Purga

En el ejecutivo estatal nos enteramos que después del descalabro de la elección existe una clara radiografía de quién simuló, los que traicionaron y aquellos que simplemente se sentaron en sus oficinas a esperar que ocurriera un milagro sin mover ni un dedo.

Desde funcionarios del primer nivel hasta jefes de departamentos y otros burócratas que ocupan posiciones de confianza están en la mira por lo que es un hecho que comenzarán los movimientos y con ello finalmente la purga de aquellos que estaban contratados por un mero compromiso adquirido previo a la elección del 2016.

Es claro que sin Presidente de la República tricolor existirá un mayor margen de maniobra de Marco Mena para hacer ajustes en su gabinete, tal y como ocurrirá con otros gobernadores que a partir de diciembre se quedarán sin líder moral por lo que podrán y tendrán que empezar a cabildear por su cuenta.

Por lo pronto aquellos que traicionaron, simularon o se quedaron estáticos, no dimensionaron que al ejecutivo estatal aún le quedan poco más de tres años de administración y que AMLO no les ofrecerá puestos porque simple y sencillamente no tiene tantos para saldar sus compromisos de ahí que (como el propio tabasqueño dijera) tendrán que irse al tianguis a buscar un espacio.