¿Y si en el TRI jugaran los candidatos?
21 de junio - 2018

Por Mauricio Hernández Olaiz

Es indiscutible que el inicio del mundial de Rusia 2018 le pegó a las campañas. El electorado ya había mostrado su desagrado hacia las mismas desde tiempo atrás por lo que el arranque de la copa del mundo fue, para no variar, el distractor perfecto.

Y el mejor termómetro son las redes sociales, en donde los videos futboleros han desplazado a los videos negros de los distintos aspirantes, incluso los propios candidatos no han podido dejar de lado la efervescencia futbolera, colgándose del triunfo mexicano frente a Alemania y hasta el propio López Obrador tuvo que reducir el tiempo de un mitin, pues la poca afluencia al mismo por ser el día del partido obligó al candidato de la coalición “juntos haremos historia” a terminar antes de lo pactado dicho encuentro con simpatizantes.

Sin embargo también las campañas han contaminado, tristemente, al máximo evento futbolístico, algo que no debería sorprender luego de los meses y meses de invitaciones al odio y a la confrontación.

Es hasta irónico que una de las principales demandas y preocupaciones del ciudadano sea la inseguridad, la violencia, pero muchos han sido partícipes, cómplices, secuaces de la violencia electoral promovida desde todos los cuartos de guerra de los candidatos a la presidencia.

Los mensajes de miedo y odio han sido preponderantes en todos los medios, las estrategias ausentes de propuestas pero llenas de demagogia y mensajes perversos, en su mayoría mentirosos, pero no han hecho más que acrecentar la violencia en todos los bandos que se sienten agredidos por los rivales electorales.

No hay ninguno que se salve, todos son culpables, todos igual de intransigentes, tan peligroso es un peje zombie como un anti AMLO, se habla de que los fanáticos del mesías tropical son incapaces de respetar el punto de vista ajeno al suyo o la crítica a su ungido, sin embargo, no son diferentes los seguidores de Anaya y Meade, todos aderezados y solapados por los propios comentarios de odio y descalificación constantes de sus abanderados.

Es cierto que lo ideal sería no mezclar al juego con la política, dar al mundial lo que es del mundial y a las campañas lo que son de las campañas, pero eso es casi imposible en una sociedad tan sobre informada con fake news y tan fácilmente manipulable por discursos oscuros y mentirosos, de todos por igual, insisto nadie se salva, nadie, mucho menos el propio electorado que ha sido partícipe de las campañas tan ruines.

Y es que lloramos y nos quejamos por la ola de asesinatos, de los desaparecidos, pero podemos agredir con todo nuestro odio interno a aquellos que en las redes no comparten nuestro amor por Anaya, por Meade, por AMLO o hasta el Bronco, las campañas solo han sido un espejo de nuestra realidad social.

Pero ha sido el mundial tan contaminado por la violencia electoral entre los mexicanos que tienen el privilegio, el dinero y el tiempo de viajar a Rusia, que nos han llegado imágenes tristísimas de acontecimientos de violencia que nada tienen que ver con el fútbol.

Es verdad que a muchos no les gusta que los peje zombies se sumen al festejo mundialista, pero aquellos seguidores del ídolo de Macuspana que han ido a Rusia a apoyar a la selección, decidieron también darle a conocer al mundo que están con López Obrador, finalmente son tiempos electorales, pero las reacciones han sido preocupantes, pues muchos anti AMLO ante los ojos del mundo han agredido a aquellos que han querido manifestar su preferencia electoral.

Una botarga de López Obrador fue quemada, un hombre en silla de ruedas con la máscara del peje fue casi tirado de la silla, y dichas agresiones hechas por otros mexicanos. Ante los ojos del mundo, atiborrado de imágenes de nuestra nación con cuerpos ensangrentados, fosas clandestinas, narcotráfico y violencia, no les extraña las reacciones de un pueblo antes considerado jovial, alegre y fiestero, para agredir a otro mexicano.

Los candidatos, todos, han sido los promotores de las campañas negras, del miedo, del odio, de la violencia, pero nosotros hemos sido sus cómplices en cada re tweet, en cada share, de los videos del odio, cada que compartimos esencia negativa y cero propuesta hemos sido los promotores de algo que aseguramos detestar, tristemente hemos sido un pueblo contradictorio y lejano a lo que decimos queremos cambiar.

Ni Anaya, Ni Meade, Ni Andrés van a poder cambiar a esta nación, ni hoy ni mañana, esta nación va a poder cambiar, hasta que lo hagamos todos nosotros. Mientras el alemán reconoce la derrota, aplaude y honra al mexicano, nosotros subimos videos quemándoles la bandera y burlándonos de ellos.

La victoria frente a Alemania no tiene derechos de propiedad, es de todos pero de nadie, es tan solo una muestra de que cuando jugamos en verdadera unidad, como equipo y con un planteamiento serio de beneficio común, podemos lograr lo que queramos, podemos competir con cualquiera y crecer, crecer y crecer.

Pero imagine usted que en el juego frente a los teutones  en la posición de Vela hubiera jugado Meade, en la de Chicharito Andrés Manuel y en la del “Chucky” Lozano, Anaya….y pa acabarla de joder en lugar de Ochoa, el Bronco, ¿Le hubiéramos ganado a Alemania?…pero ni de broma, chance Anaya dividiría  al equipo para hacer una coalición con los alemanes por un frente unido, Meade hubiese ocultado las barbaridades de la fiesta con escorts pues es disciplinado y leal, Andrés hubiera echado mierda de todos los compañeros y culpado a la mafia de la federación, el bronco les hubiera mochado las manos a todos.

La polarización es harto evidente, pero lo más irónico es que pese a que es tiempo de que los políticos utilicen al fútbol, al deporte para su ufano triunfalismo, entre los 4 no juntamos una simple hoja tamaño carta de propuestas para el desarrollo del deporte y por ende del fútbol. El deporte no es, no ha sido, prioritario jamás para los políticos, vamos pues, ni siquiera para aquellos deportistas que se volvieron políticos, pregúntenle a la nefasta Ana Gabriela Guevara.

Si en el TRI mundialista hubiesen alineado todos y cada uno de los que hoy aspiran a la presidencia, al senado, al congreso, o cualquier otro puesto, el resultado frente a Alemania seguramente no sería el mismo, no solo la derrota hubiera sido clara, sino que al término se hubieran echado la culpa unos a otros, pero eso sí, seguro le prometerían que para el juego contra Corea las cosas serán diferentes, llegaría el cambio verdadero y el bienestar de México.

Pamplinas.

@olaizmau