Mundial y Campañas
18 de junio - 2018

Por P. Ranulfo Rojas Bretón

Comenzó el mundial de fútbol en Rusia y para quienes nos gusta este deporte la fiesta es maravillosa, sin embargo, me agradan los mensajes de respeto a las diversas formas de pensar, a las diversas razas, culturas, religiones, ideologías, etc. Todo el mundo unido por un balón.

Las enseñanzas son muchísimas y si además de disfrutar del fútbol, aprendemos lo importante que es entender el mundo como es: “uno solo” entonces el mundial es más significativo. Imagino la diversidad de lenguas reunidas y debe ser impresionante. Hace tiempo viajaba en el metro de París y le preguntaba a quienes íbamos : ¿Cuántas lenguas viajamos en este vagón? Eran más de quince, según veíamos los tipos de piel y de vestido, además de lo que alcanzábamos a escuchar. Ver a gente de diferente cultura es por sí mismo admirable. Así que ya puedo imaginar lo que pasa en Rusia.

La gente habla diferente, come diferente, se comporta diferente pero como personas somos iguales. Todos reímos, gozamos, sufrimos y lo más importante, convivimos. No hay diferencia por razón de credos, de sexo, de nada, somos humanos y eso nos hermana.

En nuestro ambiente local a veces dejamos de percibir realidades y nos perdemos en egos. Nos molesta que alguien no piense como nosotros y no solo lo sentimos diferente sino hasta enemigo.

Me espanta el número de candidatos y gente ligada a la política que han sido asesinados por ser de grupos diferentes, por ser “enemigos políticos”. No había habido una elección bañada en tanta sangre, lo malo es que ya vemos la situación como algo normal e irrelevante, tanto así que no se le ha dado la importancia que este fenómeno debería tener, porque eso de ejecutar a candidatos no es asunto menor.

Eso del respeto y la tolerancia como valores de la democracia no han sido debidamente enseñados o se nos han olvidado como sociedad y hoy vemos como enemigos a los que son simplemente “adversarios políticos” lo repito “adversarios políticos” no enemigos ni gente enfrentada a muerte, se trata de una elección y no debemos confundir las cosas. No está en juego la vida de nadie como para que una elección prive de la vida a una persona y enlute a familias.

Los candidatos y sus simpatizantes deberían tener sensatez para no rebasar los límites del respeto a la dignidad de la persona humana y cuidar que la campaña no se convierta en un lodazal y con ello en una situación de riesgo.

Ofensas, agresiones, amenazas, no debieran ser parte de la campaña y la elección debiera ser vista como si de un juego se tratara en el que hay que ponerle vida y corazón pero antes, en y después del partido, ver siempre a la persona y el respeto que se le debe siempre a su vida, su familia y su buena fama.

Aún hay tiempo para corregir errores y enderezar el rumbo de las campañas. El mundial nos está enseñando lo importante de convivir y competir, el fair play del deporte hay que pasarlo a la política y la pasión sin apasionamientos nos ayudará a ser más maduros y crecer en la democracia. Por lo pronto, el primer partido de México nos ha emocionado e ilusionado, esperemos que siga dándonos más alegrías y nos siga hermanando.