Desvergüenza
27 de junio - 2017

Águila se niega a entregar las riendas del sindicato de salud, anda en franca grilla, por vergüenza debería separarse. Por cierto, la calidad de los servicios de salud es menor que el promedio nacional, ¡gracias Blanquita! Conforme pasan los días se desdibujan las inconformidades del PAN por el sistema anticorrupción

Por Edgardo Cabrera

Parece que para algunos lo dicho por Marco Mena en la presentación del Plan Estatal de Desarrollo (PED) les entró por un oído y les salió inmediatamente por el otro.

Lo anterior viene a colación porque Blanca Águila se niega a entregar las riendas del sindicato, pese a que ya concluyó su dirigencia, y anda en franca grilla interna para perpetuarse en el poder.

La realidad es que por donde pasa la señora entrega malas cuentas. Recordemos que como alcaldesa de Zacatelco es tristemente recordada ya que además de adeudos dejó crispados los ánimos de los grupos y de la población, fue incapaz de ganar la elección federal -pese a utilizar la alcaldía como su principal plataforma financiera y de operación para la campaña- y, por si fuera poco, no pudo refrendar para el PRI la presidencia municipal.

Como líder del tricolor estatal la cosa no fue diferente, fue un simple ente ornamental sin margen de maniobra ni operación, su paso fue incoloro, insípido e insonoro.

Pero, sin duda, su peor herencia es en el sindicato de Salud, donde detenta el poder desde hace varios periodos simplemente para satisfacer sus ambiciones políticas y personales.

Aunque lo niegue, ella contribuyó a que el sector esté hecho trizas y que no exista dinero que alcance, la culpa tanto la tiene su sindicato como quienes pasaron por el cargo de secretarios.

Lapidarios

Los datos asentados en el PED son contundentes y están muy lejos del escenario color de rosa que dibuja Águila Lima. Para empezar, la evaluación develó que la calidad de los servicios es menor que el promedio nacional, y en eso tiene gran responsabilidad la parte humana que administra el sindicato.

Hablamos que existen 770 médicos generales, 967 especialistas y 2 mil 913 enfermeras, de las cuales casi la totalidad forman parte del capital político que se disputa en estos momentos la señora.

También es contundente otro dato: el gasto público para salud se triplicó al pasar de mil 548 millones de pesos en la administración de Héctor Ortiz a 4 mil 620 millones de pesos durante el gobierno de Mariano González, pese a la inversión, el rezago se mantiene.

Hay, por ejemplo, una limitada capacidad instalada para enfrentar la demanda de la población, por cada mil habitantes sólo existen 0.54 camas censables, mientras que a nivel nacional es de 0.72

Y si bien el número de médicos generales se encuentra por arriba de la media nacional, hay rezago en la cobertura de enfermeras y especialistas, ya no hablemos de los medicamentos que tal parece que fue el negocio de unos cuantos.

Con dicha radiografía, en lugar de estar metida en la grilla, Blanca debería pensar seriamente en retirarse y darle paso a alguien que tenga el verdadero deseo de trabajar con la base trabajadora para mejorar la situación de la salud de Tlaxcala.

El berrinche

Conforme pasan los días se desdibuja el movimiento inconforme del PAN en torno a las reformas constitucionales para crear el Sistema Estatal Anticorrupción.

Y es que ahora sabemos que el principal malestar de los albiazules es que la bancada demandaba que se nombraran contralores internos en los 60 ayuntamientos y que algunas de esas nuevas posiciones fueran precisamente para ellos.

Como no prosperó su demanda se retiraron de la mesa de los acuerdos minutos antes de que se sometiera al pleno la iniciativa que finalmente fue aprobada solamente con la oposición de los de Acción Nacional.

Por cierto que el Congreso se gastó algo así como 70 mil pesos para organizar los foros para integrar el sistema y que solamente sirvieron como aparador para el priísta Enrique Padilla.