24 de mayo - 2017
Resulta que el reluciente director de Comercio de la Sedeco es nada más ni nada menos que el principal culpable del crecimiento del ambulantaje en Apizaco. Diga lo que diga, Cervantes contribuyó a la corrupción al no denunciar penalmente una supuesta extorsión. A colación del ex edil, de pena fue lo ocurrido en la conferencia de prensa
Por Edgardo Cabrera
Resulta preocupante que en la Sedeco se enquisten personajes que en su momento toleraron y hasta negociaron (política y económicamente) los espacios públicos para ejercer el comercio ambulante.
Apizaco fue invadido por cientos y cientos de comerciantes informales, la ilegalidad se convirtió en una práctica común fomentada desde el trienio del ahora “santificado” Alex Ortiz (por aquello de que se acogió al manto de San Peje), pasando por el ex orticista Orlando Santacruz y terminando con Jorge Luis Vázquez, quien se sacó la lotería al ser nombrado secretario de Desarrollo Económico.
De este último se ha convertido en dama de compañía Javier Tobón, otrora encargado de «regular» el comercio en Apizaco y a quien hay que “agradecerle” la herencia maldita que hoy trata de terminar el edil Julio Hernández Mejía quien, hay que reconocer, es el único que se ha fajado los pantalones para meter en cintura el denominado reino de la anarquía.
Lo mejor que hizo Hernández Mejía a su llegada a la alcaldía fue limpiar la casa empezando por personajes que estaban enraizados en el ayuntamiento desde hace varios trienios.
En contraste, lo peor que pudo hacer Jorge Luis Vázquez es llevárselos para entregarles las llaves de la Secretaría que está a cargo de las políticas económicas del estado. Tal y como pasó en Apizaco, no dudamos que pretendan institucionalizar la informalidad en todo el estado dado que el director de Desarrollo Comercial y Encadenamiento Productivo es nada más ni nada menos que el señor Tobón.
A 9 años
Sin duda los refranes son sabios, y en el caso de Raúl Cervantes López aplica aquel que reza: “tanto peca el que mata a la vaca, como el que le agarra la pata”.
Resulta que a 9 años de su administración salió ante los medios para denunciar que el ex director jurídico del OFS, Antonio Hidalgo Cote lo intentó extorsionar, supuestamente le pidió 300 mil pesos para limpiarle su cuenta pública.
¿Por qué no lo evidenció en su momento y lo denunció penalmente?, es la pregunta que queda en el aire, pese a que el ex edil huamantleco trató de explicar que retoma el caso ahora debido a que el OFS intenta revivirle las observaciones a sus cuentas públicas durante el periodo 2008-2011.
Cervantes López contribuyó a la cultura de la corrupción al permanecer callado y no interponer la denuncia correspondiente en contra del que ahora califica de mal funcionario.
Veremos si sus dichos no quedan en simples declaraciones y procede por la vía legal, dado que además del ex jurídico del OFS, señaló también a Joel Trinidad Ordóñez Carrera, auditor especial de cumplimiento y hermano del ex secretario de gobierno, Ernesto, por haber reactivado su caso supuestamente por intereses políticos, lo que nos deja ver que Raúl Cervantes ya amenaza con regresar al terreno electoral en 2018.
Hasta vales
A colación del ex edil, de pena fue lo ocurrido ayer en la conferencia de prensa que organizó para “limpiar su imagen”.
Resulta que el encuentro se convirtió en un convite, además de medios, llegaron decenas de ex funcionarios municipales para el atracón de carnitas que estuvo amenizado por música de banda.
Para rematar, además de la comilona, a los reporteros les ofreció vales de gasolina (del negocio de carburación del ex alcalde) para “agradecerles” la cobertura, lo peor, es que no faltó quien los aceptara.
¡Aún así el panista se rasga las vestiduras al hablar de corrupción!

