Gerardo E. Orta Aguilar

Este día en diferentes sedes del estado como Apizaco y Tlaxcala capital se llevó a cabo una manifestación pacífica que consistió en la clausura simbólica de los establecimientos, a manera de presión al gobierno Federal por el incremento sustancial en los combustibles.

Integrantes de diversas organizaciones civiles encabezaron protestas en contra del nuevo gasolinazo y reprocharon al presidente Enrique Peña Nieto el incremento a diversos productos.

Ayudados de autos con bocinas y mensajes grabados en parabrisas, los inconformes pidieron al gobierno de la República un alto a los incrementos no solo en los combustibles, sino a la luz y el gas.

Advirtieron que la medida afectará no solo a las personas que tienen automóvil, pues los integrantes del gremio del transporte público exigirán un inminente aumento al pasaje.

Por su parte, la asociación Gasolineros Unidos de los Estados de Puebla y Tlaxcala (GUEPT) informó que en ambas entidades prevalece el desabasto, principalmente de gasolina Premium y de Diésel.

Desde ayer las gasolineras lucen con una aparente tranquilidad después de las compras de pánico que se registraron desde el viernes 30 y sábado 31, cuando los combustibles aún contaban con los precios anteriores.