Violencia misógina
19 de diciembre - 2016

P. Ranulfo Rojas Bretón
La reciente y escandalosa golpiza que tipos degenerados propinaron a Ana Gabriela Guevara despertó la indignación de todos y no solo por tratarse de la ex velocista que como campeona fue orgullo nacional y un ejemplo de que se puede brillar a niveles mundiales, sino porque se trata de un tipo de violencia misógina, o sea de un “odio a la mujer” que es el significado de misoginia.

La violencia de por sí es una acción muy reprobable, aunque en las circunstancias del país, lamentablemente está muy presente. Hay violencia en los estadios, en los bailes populares, en las manifestaciones políticas y sobre todo hay violencia en las calles, alguien choca un coche de manera accidental e inmediatamente su reacción es violenta, alguien bloquea el paso o no te trata bien y surge la violencia. Se ha hecho célebre la frase “¿para qué perder el tiempo discutiendo si podemos arreglarlo a golpes?”. Lamentablemente la violencia está muy presente como forma de delito, hay robo a mano armada, robo en casas habitación con golpes a los moradores, hay violencia en secuestros y extorsiones, en fin, vivimos en una sociedad que cada día tiende a elevar el índice de violencia en sus relaciones.

Y una de las violencias más detestables es la violencia contra la mujer simplemente por el hecho de ser mujer. Que se trate de un pequeño grupo de patanes como el que alevosamente agredió a Ana Gabriela puede ser entendido, obvio nunca justificado ni aceptado, pero el que a propósito de esto esté publicando notas de alegría por la golpiza o cosas degradantes a la mujer, burlas y hasta felicitación a quienes lo hicieron, muestra el grado de descomposición de nuestra sociedad. ¿Cómo es posible que haya quienes no solo avalen el hecho sino que hasta lo aplaudan? ¿Qué grado de virilidad o de reconocimiento como hombres o caballeros merecen todos estos facinerosos? No tiene vergüenza, han perdido los valores elementales de los hombres que reconocen haber nacido de una mujer, haber sido amamantados por sus pechos, haber recibido las primeras caricias de una mujer que hoy ya crecidos ven como un objeto e incluso con odio porque los ha superado en el plano económico, cultural, deportivo e incluso de reconocimiento social. Un hombre que basado en su fuerza bruta e incluso siendo ayudado por otros hombres –no debieran recibir el título de hombres- golpean a una mujer que maneja una Harley Davidson no debiera ser tratado con indulgencia y debiera recibir el rechazo de todos. Además de exigir que se le castigue con todo lo que la ley pueda.

La misoginia revela una mentalidad muy pequeñita y traumas mentales en los hombres que la sienten. El reconocimiento a mujeres exitosas es realmente una bendición y qué bueno que haya mujeres que nos demuestren su valía y que no permitan que se les vea para abajo ni que se les humille. No, no se trata de Ana Gabriela, se trata de la mujer en general y mucho debe hacer la sociedad –o sea todos nosotros- para que no permitamos ningún tipo de violencia y mucho menos la que se practica contra la mujer.