Es el calificativo que mejor le acomoda al alcalde panista de Teolocholco, quien prefiere hacer vida social en la capital que resolver las quejas y los conflictos en el municipio. El diputado electo Mariano González Aguirre se está empleando a fondo para convertirse en presidente de la JCCP, el sábado salió en hombros

Por Edgardo Cabrera

Es el calificativo que mejor le acomoda al alcalde panista de Teolocholco, Pedro Tecupacho, quien prefiere hacer vida social en la capital que resolver las quejas y los conflictos en el municipio.

El viernes de la semana pasada, constaté la desfachatez con la que se conduce dicho personaje.

Sin empacho ni tapujo, llegó a desayunar al restaurante las Delicias de la Abuela con una mujer, mientras en la alcaldía pobladores inconformes no cesan en sus manifestaciones que iniciaron desde el pasado 27 de octubre en demanda del pago de becas para sus menores hijos, la construcción de una techumbre, obras y transparencia, incluso protestan por el supuesto enriquecimiento del alcalde.

Ignoro si Tecuapacho pagó la cuenta con su dinero o con recursos del erario, lo que es un hecho es que iba escoltado por 2 policías municipales uniformados (quienes se sentaron en una mesa contigua) que llegaron a bordo de una patrulla.

Es evidente que el presidente municipal, a quien tristemente recordamos por su intolerancia a la prensa cuando fungió como diputado local, desvió recursos públicos destinados para la seguridad de la población.

Pero no solo lo anterior, ayer lunes de nueva cuenta el panista fue sorprendido en la capital del estado haciendo vida social.

Ahora fue en el Italian Coffee del Centro histórico donde plácidamente consumía el tiempo del que se supone es su horario laboral, mientras en la alcaldía un centenar de pobladores iniciaban una semana más de protestas por la falta de obra y en demanda de que el alcalde les dé la cara.

Llama la atención que a la fecha ni el dirigente estatal del PAN, Carlos Carreón, ni los diputados de la fracción azul, NI NADIE de su partido, se pronuncie por el conflicto que priva en Teolocholco, ni por el evidente desvío de recursos materiales y humanos de la comuna.

Tal y como ocurre con su líder nacional Ricardo Anaya, son buenos para criticar a sus adversarios políticos pero malos para castigar conductas que ponen en entredicho su supuesto “correcto” actuar.

A fondo

El diputado electo Mariano González Aguirre se está empleando a fondo para convertirse en presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política de la próxima legislatura.

El sábado mostró su capacidad de negociación al incluir a aliados de otros partidos en actividades de carácter social.

Resulta que en lo que fue la segunda corrida de feria, la ganadería de González Aguirre (La Soledad), fue el pretexto para estrechar lazos.

Durante el festejo taurino el coordinador de los diputados del PRI se rodeó de políticos de varios partidos políticos, los mismo aparecieron la mayoría de los electos del tricolor que de los partidos aliados, incluso hasta representantes y autoridades en funciones con militancia en el PRD, PAN y PAC.

Por ejemplo, llamó la atención la presencia del alcalde electo de Apizaco, el panista Julio Hernández, que lo mismo brindó con González Aguirre que se dejó apapachar.

El perredista Juan Calyecac, los del PAC Lincoln Rodríguez y Evangelina Paredes, así como el panista Humberto Macías, fueron parte de los diputados en funciones que también aparecieron cerca de Mariano González.

Pero el festejo no sólo quedó con la corrida de toros, nos enteramos que varios de estos personajes, incluidos los 4 anteriores, también acompañaron al diputado electo en una comida que ofreció en su casa de Apizaco.

Ahora bien, como ganadero cumplió con toros de peso y trapio que tuvieron un juego disparejo en la corrida del sábado, pero  como político puede presumir que salió en hombros durante la feria de Tlaxcala.

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