Diócesis vacante
8 de agosto - 2016

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Pbro. Ranulfo Rojas Bretón

Al próximo jueves 11 de agosto, cuando en Tijuana el actual obispo administrador de la Diócesis de Tlaxcala, Don Francisco Moreno Barrón tome posesión de la Arquidiócesis de Tijuana, Tlaxcala será Diócesis Vacante y se abrirá un compás de espera para la llegada del IV Obispo de Tlaxcala. Así pues, restan pocas horas al gobierno eclesiástico de Mons. Francisco. Si bien desde el jueves 16 de junio, fecha en que si hizo público el nombramiento como arzobispo, dejó de ser obispo titular o residencial y pasó a llamarse obispo administrador, que para efectos prácticos en nada variaba el gobierno de Mons. Francisco, es decir, sus funciones como obispo eran las mismas, pues siguió con las actividades propias de su oficio; hubo nombramientos de párrocos, de vicarios, siguió confirmando, ordenando diáconos y presbíteros, haciendo visitas a las parroquias, firmando documentos, todo lo que de ordinario hace un obispo siguió haciéndolo Don Francisco y de hecho, puede hacerlo hasta en tanto no tome posesión de Tijuana.

Pocas horas faltan para que llegue a su fin un gobierno que comenzó el 28 de mayo del 2008 con la toma de posesión realizada en el Seminario de Tlaxcala con la presencia del Nuncio Apostólico Christopher Pierre y varias decenas de obispos. Con el lema “que todos sean uno” comenzó un ministerio que duró un poco más de ocho años y que dependiendo de la óptica de cada persona y de su ámbito puede ser valorado, de hecho creo que muchos ya lo hemos hecho y hemos dado nuestro propio punto de vista. Siempre desde la subjetividad porque sería iluso creer que mi punto de vista es objetivo. La posibilidad de juicio y la libertad es un derecho de cada persona, de cada editorialista, comentarista y columnista.

Los años de ministerio episcopal en Tlaxcala le permitieron a Don Francisco tener una presencia nacional en la Conferencia del Episcopado Mexicano muy importante. Estuvo siempre en el área de música de la Comisión Episcopal de Liturgia, incluso aprovechando que también fue varios años parte del Consejo Permanente, representando a la Provincia Eclesiástica de Puebla, entregó al Papa Francisco en su visita a México el disco con los cantos aprobados por la Conferencia del Episcopado, hecho que pudimos apreciar en la televisión. Durante estos ocho años, hubo actividades en la Diócesis que fueron conocidas por el Episcopado, compartidas por Don Francisco, por ejemplo el libro del Plan Diocesano de Pastoral, el libro de la Visita Pastoral del Obispo a las Parroquias, los dos documentos del Programa de Formación Permanente de Clero y recientemente el libro de la vida y martirio de los Niños Mártires de Tlaxcala. Todos estos documentos compartidos a cada obispo del país e incluso varios obispos los tomaron como modelos para la labor pastoral en sus Diócesis.

El Nuncio Apostólico estuvo en varias en ocasiones en nuestra Diócesis, en ellas le fueron presentadas las acciones pastorales que teníamos, vino a Huamantla a bendecir y develar la estatua del Papa Juan Pablo II, la primera que se hizo en el mundo inmediatamente a su beatificación, Bendijo los trabajos de remoción y embellecimiento del CEDIPAS en Apetatitlán y en el Seminario de Tlaxcala.

Los Obispos de México en gran número estuvieron presentes en eventos como la Toma de Posesión del Obispo, en los 50 años de la Diócesis y recientemente al celebrar los 500 años del nacimiento de los Niños Mártires de Tlaxcala. Todo lo realizado permitió que la Conferencia del Episcopado se sumara a la petición a Roma para que los Niños Mártires fueran declarados Patronos de la Niñez Mexicana y si los trabajos continúan bien, es muy probable que el próximo año sean canonizados.

Así pues, el nombramiento de Arzobispo tiene explicación desde la óptica de la labor y presencia del obispo en los cargos que a nivel nacional ha tenido y en la labor que como obispo ha desarrollado en Tlaxcala. Ahora se separan los caminos, Tlaxcala será Diócesis vacante –esperemos que sea por poco tiempo- y Mons. Francisco Moreno Barrón será Arzobispo de Tijuana, mis mejores deseos para él y para Tlaxcala.