Por Gerardo E. Orta Aguilar 

El viernes de la semana pasada se clausuró el curso de verano “Juguemos a los Toros”, organizado por la Peña Taurina de Huamantla en la ciudad mueganera.

En total fueron 38 niños y niñas que aprendieron la teoría y la práctica del mundo de los toros, obviamente, diseñado para su corta edad y sus capacidades.

Que importante es que se difunda la fiesta brava a las nuevas generaciones. Bien llevada la teoría, los nuevos taurinos tendrán argumentos sólidos para defender todo aquello que se ha convertido en leyenda urbana y mito dentro de la fiesta de los toros.

Son ellos los precursores de la fiesta de los toros, ya sea como aficionados, y por qué no, como toreros o actores involucrados en la tauromaquia, que ya de por sí integra a un cúmulo de participantes.

No termino de sorprenderme de aquella charla y clase pública que dictó el matador de toros español Julián López El Juli, en Aguascalientes el dos de mayo del 2014 en la plaza de toros San Marcos.

Frente a un centenar de niños de diferentes edades, el español cogió la carretilla y embistió a los chavales que, en masa, acudieron a escuchar los consejos de la figura consagrada.

El toreo es cultura, es entrega y pasión. Historia de éxito y tragedia a la vez. Los niños comienzan a entenderla, ya dependerá de ellos en la etapa adulta, proseguir con la tradición, pues tampoco es obligado para nadie que le gusten los toros.

Novillada de la prensa

Lamentablemente el sábado en Santa Ana Chiautempan se celebró el tradicional festejo taurino de la prensa, en este caso, una novillada que no alcanzó a llenar ni media plaza.

La poca unión que existe entre el gremio de periodistas en Tlaxcala ha dado al traste con los festivales taurinos que cada año se organizan con motivo de la entrega del Premio Estatal de Periodismo, otorgado por la Unión de Periodistas de Tlaxcala, la famosa UPET.

No dudo que la organización represente un esfuerzo importante para los organizadores, pero cuando estos derrochan orgullo y se sienten potentados, mientras el resto nunca dejarán de ser de la perrada, me parece que poco se puede lograr para unir a los reporteros, fotógrafos, camarógrafos, presentadores de noticias, columnistas y críticos.

La soberbia que distingue a unos cuantos líderes de opinión en Tlaxcala que, valiéndose de intermediarios para solicitar la publicación del cartel del festejo de la prensa en algunos medios digitales –por el simple y sencillo hecho de “no bajarse a su nivel” –, motivó la ausencia de un amplio número de compañeros periodistas.

En fin, así las cosas en el tan lastimado oficio periodístico local, y en la ya devaluada fiesta brava.

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