Opacos, opacos
26 de julio - 2016

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Crece la sospecha de que diputados y alcaldes pactan para salvar las anomalías y eventuales sanciones por la mala aplicación de los recursos públicos del año 2015. La feria de Chiautempan está para llorar, como hace mucho tiempo no ocurría, el programa de festejos y los primeros eventos resultaron de pena ajena, para muestra las paellas del viernes

Por Edgardo Cabrera

En contraste con los vidrios transparentes de las oficinas del Órgano de Fiscalización Superior, la comisión de Finanzas y Fiscalización resolvió -en definitiva- cerrarle la puerta a la prensa con la intención de que no se documente lo que tratan.

La determinación es un acto de opacidad que sólo deja a la interpretación lo que ocurre durante la exposición de la lista de observaciones encontradas en el ejercicio de los recursos públicos y la defensa de los comparecientes.

Como lo hemos escrito con anterioridad, crece la sospecha de que diputados y alcaldes pactan para salvar las anomalías y eventuales sanciones por la mala aplicación de los recursos públicos del año 2015.

Al cerrar la puerta a la prensa (con todo y que fueron ellos quienes ofrecieron “total apertura y transparencia”) nos dan la razón al dudar de un correcto proceso de fiscalización de los recursos públicos, para muestra, el lunes todos los comparecientes salieron despreocupados de sus audiencias y con las versiones de que las observaciones a sus cuentas fueron subsanadas ¿en serio?

Por cierto…

Recordemos a sus “santidades” de la opacidad: Juana Cruz Bustos (PRI), Ángel Xochitiotzi Hernández (PRI), Armando Ramos Flores (Panal), Albino Mendieta Lira (Verde), Antonieta Stankiewicz Ramírez (Verde), Salvador Méndez Acametitla (PRD) e Iván Cuapantecatl Trujillo (PAN), todos comandados por su mariscal en jefe Roberto Zamora Gracia (PAN).

Ninguno de los anteriores se ha pronunciado por abrir de nuevo las puertas a la prensa, por el contrario, algunos como Stankiewicz han exigido su salida.

Deprimente

La feria de Chiautempan está para llorar, como hace mucho tiempo no ocurría, el programa de festejos y los primeros eventos resultaron de pena ajena.

No vamos lejos, para las paellas realizadas el pasado viernes se instalaron no más de una treintena de mesas y varias se quedaron vacías o con asientos sin ocupar. El elenco artístico fue deprimente, con imitadores que daban más lástima que risa, y el número de paelleros no llegaba ni a los 8.

El propio alcalde Antonio Mendoza se sinceró y confesó a algunos comunicadores que el evento estuvo a punto de cancelarse, amén de que durante su breve intervención ante la concurrencia el discurso estuvo lleno de lamentos.

El resto de las “magnas actividades” no han generado mayor expectación, y la publicidad se redujo sustancialmente en comparación de las 2 primeras ediciones de la administración de Mendoza donde vimos a la zona conurbada de Chiautempan y la capital del estado repleta de pendones y anuncios espectaculares, aunque también, vale decir, al final no les salieron las cuentas y el anterior tesorero -que fungió simultáneamente como presidente del patronato- se tuvo que ir.

Por cierto que a las paellas llegó el alcalde electo, el neopriísta Héctor Domínguez, quien estuvo acompañado de varios personajes a quienes seguramente veremos en la próxima administración municipal, entre ellos la ex diputada panista Mildred Murbartián y el ex director de Protección Civil de Chiautempan, el perredista Nicolás Gutiérrez.

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