A la Verónica: Deshumanos
17 de julio - 2016

gerardo_orta

Por Gerardo E. Orta Aguilar

En los días posteriores a la trágica muerte del torero español Víctor Barrio, muchos fueron los comentarios respecto al percance, unos lamentando y doliéndose, y otros, desafortunadamente celebrando el acontecimiento.

La ridícula defensa de los animales con argumentos poco sólidos han invadido a la fiesta brava. Al tener en el toro al protagonista de los festejos, los embates “animalistas” son cada día más constantes y hasta deshumanos.

Celebrar la muerte de un hombre por el simple y sencillo argumento de que lo merecía por torturar a un animal, es una falacia, una estupidez para aquellos que toman como bandera tal justificación.

Tantas veces se ha lanzado la pregunta, ¿Qué pasaría si la fiesta de toros terminara; cuántos animales de esa raza desaparecerían? La inteligencia de los antis les haría comprender eso.

Lo que hacen los grupos “animalistas” es humanizar con los sentimientos de un animal. Es obvio que los sentimientos y emociones de un ser racional como el humano, son totalmente distintos a los de un animal, hay estudios y argumentos sólidos para sustentarlo.

Llegar al extremo de desear la muerte a los toreros e incluso a los aficionados, me parece un exceso. ¿A caso no es retrograda –como ellos dicen–, desearle la muerte a alguien por el simple hecho de ejercer una actividad que genera miles de empleos?

A raíz de los comentarios desafortunados de muchos antitaurinos, la defensa por parte de figuras del torero como el español Julián López El Juli, no se hicieron esperar, y ejercieron su derecho de manera enérgica ¡Ya basta!

Los taurinos no son gente violenta o agresiva, retrograda o inmoral, de hecho, conciben la vida de una forma distinta y respetan a los animales como nadie. Diferenciando a un animal de un hombre, pues son entes completamente distintos, algo que difícilmente entiende la inmensa estupidez de los animalistas.

Que en paz descanse el torero Víctor Barrio, y que su memoria sea honrada por los grandes públicos taurinos.

De moda

Tal parece que entre los empresarios taurinos de México se han puesto de moda las encerronas.

Últimamente no han sido pocas –a diferencia de otros años–, las encerronas con seis toros las que se han anunciado, ya sea en el marco de una despedida, que por presentar a un torero de moda, que no de argumentos sólidos taurinos.

Dicen los que saben, que antes para que un torero se encerrara con seis toros, era porque de verdad tenían los méritos, trayectoria y hasta sinsabores para matar una corrida de esa importancia ¡Ahora hasta los novilleros se encierran! Vaya fiesta la que tenemos.

De manera particular, me parece que la “moda” de las encerronas recae en una fiesta cada vez más devaluada y ávida de esas figuras del toreo que pululen misticismo, polémica, vamos, que levanten pasiones.

Ahora, parece que las encerronas están de a peso en México, las que bajo el patrocinio de empresarios marrulleros se anuncian como si fueran los grandes acontecimientos del siglo.

Lo cierto es que, en este mundillo taurino, tanto a empresarios, como a toreros y hasta a los aficionados supuestamente avezados, de esos que están a favor de nada y en contra de todo, les encanta dar coba. En fin, bendita fiesta de toros.

 

Correo: eros252000@gmail.com

Twitter: @gerardoorta

Facebook: /gerardo.ortaaguilar