Tendencias
6 de junio - 2016

edgardo_2014_columna2

Si bien los primeros resultados dan como vencedor a Marco Mena, habrá que esperar hasta el miércoles para los cómputos y en caso de que sus adversarias no acepten la derrota, nos esperan meses de incertidumbre. Las casillas especiales fueron factor de crispación de los ánimos en las elecciones de ayer y tanto el árbitro como los partidos son responsables

Por Edgardo Cabrera

La mayoría de los tlaxcaltecas se acostaron a dormir el domingo en medio de la incertidumbre, sin conocer a los triunfadores de las elecciones y con un mal sabor de boca por los connatos de violencia que se presentaron desde la noche del sábado.

El PREP fluyó a cuentagotas y solamente un despacho nacional, Parametría, develó por medio de Milenio Televisión una encuesta de salida que daba una elección a tercios aventajada por el priísta Marco Mena.

Aún sin que fluyeran los resultados oficiales y con apenas minutos del cierre de casillas Lorena Cuéllar y Adriana Dávila salieron ante la prensa para proclamarse triunfadoras.

El PRI guardó a su candidato Marco Mena y prefirió madrugar a sus dos contrincantes con el pronunciamiento de su dirigencia estatal que aseguró que las tendencias de las encuestas de salida les daban el triunfo con al menos 5 puntos de diferencia.

Fue después de las 21 horas que salió el candidato de la Mega Coalición para personalmente anunciar la victoria con base en los datos obtenidos en las encuestas de salida pero también con la información recabada por sus representantes en las casillas.

El resto de la noche guardaron silencio las casas de campaña del PRD y PAN enviando el mensaje de la derrota, aunque al no aceptar resultados adversos también mandaron señales del inicio de litigios.

La jornada de este lunes y hasta el miércoles anticipa un ambiente de tensión, descalificación de las tendencias y el cuestionamiento a la labor del INE e ITE, y para muestra esta madrugada cuando la senadora perredista Dolores Padierna irrumpió a la sede del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones donde reprochó la actuación de los consejeros y desconoció las tendencias marcadas por el PREP.

Si bien los primeros resultados dan como vencedor de la contienda a Marco Mena, habrá que esperar hasta el miércoles para los cómputos, y si el segundo y tercer lugar no aceptan sus derrotas, nos esperan meses de incertidumbre y controversias que serán dirimidas en los tribunales.

Casillas de discordia

Las casillas especiales fueron factor de crispación de los ánimos en las elecciones de ayer.

Tanto el árbitro como los partidos son responsables: el primero por su empecinamiento de instalar 15 de éstas en un estado tan pequeño donde las distancias de traslados no se comparan con entidades como Tamaulipas, Oaxaca o Veracruz; los segundos por no lograr acuerdos para frenar un acuerdo que, sin duda, fue un error que trató de ser corregido sobre la marcha por el riesgo de mayor violencia.

Y es que como nunca, sin aún iniciar la jornada comicial vimos a cientos de personas que fueron acarreadas desde la noche anterior, así quedó documentado.

Los llevaron con sillas, colchonetas e impermeables, lo mismo a ancianos que a madres con hijos en brazos.

La movilización se convirtió en factor de provocación. En Zacatelco, Chiautempan, Teolocholco y Contla se registraron los primeros conatos de violencia en la madrugada entre lorenistas y panistas. Los acarreados se convirtieron en carne de cañón, más de uno confesó que perredistas los llevaron con la intención de votar en las especiales y luego en su lugar de origen.

Con la apertura de la elección, una a una, 14 de las 15 casillas especiales fueron clausuradas por panistas y priístas, solamente pudo funcionar la ubicada en la central camionera de Tlaxcala.

Al final, las especiales fueron factor de discordia y alguien debe pagar el precio de ello.

edgardocabrera_morales@hotmail.com

http://www.facebook.com/edgardocabreramorales

twitter @gentetlx