17 de mayo - 2016
Por Gerardo E. Orta Aguilar
La lista de insultos y calificativos negativos es interminable para Adil Aranzubia, quien ha tenido que soportar la violación a sus derechos humanos como persona transexual, lo mismo en instituciones públicas como privadas.
Palabras como marica, mujercita, marimacho, o machorra son insultos que a diario escucha en la calle principalmente, por gente que ignora que su condición es natural y responde a un derecho humano.
En el marco del Día de la Lucha contra la Homofobia, Adil Aranzubia lamentó que en pleno siglo XXI, la ciudadanía aún siga estigmatizando a la comunidad lésbico gay como un grupo de la población que padece de una enfermedad.
Junto con su pareja sentimental, ha sufrido la violación a sus derechos económicos, sociales y culturales, debido a su identidad y expresión de género.
“Sin estos derechos no se puede hablar de vida digna”, considera Aranzubia al tiempo de lamentar que el rechazo se ha reflejado también en instituciones bancarias, escuelas, y hasta en la propia familia.
«La consecuencia de décadas de exclusión, criminalización y discriminación por parte de los órganos encargados de regular la justicia y dependencias gubernamentales, religiosas, bancarias, establecimientos comerciales, el rechazo familiar y el rechazo a la identidad legal, afecta nuestra libertad ambulatoria y es el principal obstáculo para acceder a nuestros derechos», dijo.