Compañeros y amigos maestros de todo el Estado de Tlaxcala
15 de mayo - 2016

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Por Beneberto Sánchez Vásquez

Festejar el día del maestro tiene su razón de ser.

Durante siglos, los que se han dedicado a la noble tarea de enseñar, han sido parte importante en el desarrollo de sus comunidades, lo mismo por medio de la ciencia que a través del liderazgo de sus pueblos.

Históricamente en todos los países del mundo, abundan ejemplos de quienes con el diario quehacer docente o, de su participación en movimientos políticos y sociales, han sido piezas relevantes en la construcción de mejores formas de vivir.

En estos tiempos los profesores, los maestros, herederos de ese legado, seguimos esforzándonos en la búsqueda de soluciones a la enorme problemática social, política y económica que estamos padeciendo, no sólo desde las aulas, sino saliendo de ellas, para encontrar espacios gubernamentales en donde ayudemos a hacer realidad el sentir, el pensar y los anhelos de la gente; los de la verdadera gente del pueblo.

Siempre hemos luchado al lado de los que menos tienen y ahora no debemos fallarles; no podemos darle la espalda a nuestra comunidad, sobre todo en esta época de grandes necesidades y grandes padecimientos de nuestra gente.

Estamos obligados a seguir el ejemplo de quienes en la historia nos antecedieron y que orgullosamente alcanzaron la distinción de ser llamados por el pueblo: “luchadores sociales”.

No debemos rehuir el compromiso de liderazgo social que la vida misma nos ha requerido siempre.

Junto con el esfuerzo de mejoramiento académico y el fortalecimiento de nuestro orgullo por ser profesores, tenemos que continuar participando políticamente, salir de entre los muros de las escuelas, obtener otros espacios gubernamentales, siempre pensando y actuando para beneficio de nuestra comunidad.

Tlaxcala, México, están necesitados de un cambio sustancial, para alejarnos del atraso en que nos encontramos.

Nosotros, los maestros, nunca hemos abandonado la lucha social, desde los pueblos y las rancherías hasta las ciudades, a todo lo largo y ancho de nuestro país.

Es momento de ampliar la participación de los profesores hacia mayores responsabilidades gubernamentales, porque nuestra lamentable realidad social, política y económica, así nos lo exige.

Sirvan estas sencillas palabras para reconocer la importante labor que históricamente han, hemos, realizado los maestros.

En este día de celebración de nuestra profesión, la sociedad a la que servimos debe saber que nunca hemos abandonado la convicción de luchar a su lado, para alcanzar mejores formas de vivir.

Compañeros, como dije, si hay grandes razones y motivos, por los cuales celebrar el “Día del Maestro”.

Felicidades y que tengan un alegre y fructífero día.