Debate tlaxcalteca
25 de abril - 2016

ranulfo_rojas

Pbro. Ranulfo Rojas Bretón

Desde que se anunció el formato de debate y sus tiempos, todos sabíamos que dicha actividad difícilmente podría ser un debate tal y como lo determina el significado de la palabra, pues no podría haber confrontación de propuestas ni señalamientos que pudiesen ser respondidos con amplitud; tampoco podrían darse explicaciones de las propuestas, su viabilidad o sea, los famosos “cómos” para la realización de los mismos.

La cultura política tlaxcalteca, también es algo que ya sabemos, no tiene tanto interés en actividades como éstas, así que el debate fue seguido por muy pocos. Los simpatizantes de los candidatos, obvio siguieron con empatía sus apariciones e inmediatamente calificaban en positivo cada aparición y descalificaban a los demás. Pero la mayoría de ciudadanos que no son afines o que tienen su voto “en espera”, no le dieron mucha importancia. Según la nota de Gente TLX, más del 84% no siguieron el debate.

Pero para quienes lo siguieron como periodistas o comentaristas creo que el ejercicio da mucho para la reflexión y para la exposición de valoraciones sobre el mismo.

Me parece que la conducción del debate careció de profesionalismo, si la idea era que no fuese un tlaxcalteca quien lo condujera para evitar posibles parcialismos, se logró eso, a costa de calidad, porque aquí en Tlaxcala hay destacados y destacadas comunicadoras que lo podrían haber hecho de manera excelente. El conductor invitado ocurrió en pifias imperdonables, hubo omisiones, equivocaciones temáticas, dificultades en la pronunciación, traspiés al nombrar a los partidos e incluso al cortar la participación de quien se pasó de tiempo en un caso permitió continuar.

El formato por más que tuviese tiempo de réplica, para contestar algún señalamiento o crítica personal o a su partido pues fue un tiempo preferido para continuar propuestas, habida cuenta de que no hubo señalamientos personales o a sus propuestas que merecieran la pena subirse a debatir, de hecho los pocos señalamientos o bien fueron contestados de manera tenue, o bien, simplemente fueron ignorados.

Respecto a los y las candidatas pudimos apreciar quienes dedicaron tiempo a preparar sus participaciones de tal manera que aprovecharon el tiempo para lograr lo que se propusieron y en el tiempo señalado, de tal manera que en ninguna ocasión tuvieron que ser cortados por el moderador. Ahí pudimos apreciar su seguridad al hablar, su confianza al expresar sus propuestas, su capacidad para dirigirse al electorado en ambiente de calidez. Se pudo apreciar un desenvolvimiento y naturalidad que permiten ver la figura de la candidata o del candidato y sus tablas ante la exposición.

También pudimos apreciar o falta de preparación o traición de los nervios de otros candidatos o candidatas por los errores y nerviosismo al leer, tartamudeo, cambio de palabras, expresiones equivocadas al decir una cosa queriendo señalar otra, tensión en el rostro, presión interna por saber que se habían equivocado.

Las propuestas en temas de educación y seguridad tocaron algunos de los puntos que los candidatos y candidatas perciben como fundamentales, cada uno de nosotros bien puede cuestionar que tan fundamentales o no son esa propuestas, hubo coincidencias en la idea de una educación de mayor calidad, respeto a los docentes, de mejorar la estructura educativa, de las condiciones para que los estudiantes sean mejores estudiantes: alimentación, becas, uniformes, cuotas e internet.

En seguridad se habló del flagelo de la inseguridad y la necesidad de participación de los ciudadanos con los observatorios y mejorar las estructuras de seguridad incluyendo tecnología y mejorando la policía, luchar contra la corrupción e impunidad en las altas esferas.

Sin ser un debate de ideas y de propuestas, si sirvió para que el espectador, los periodistas, comentaristas y comunicadores podamos hacer llegar a nuestros lectores percepciones, siempre subjetivas, porque son muy nuestras, de lo que captamos en este ejercicio.

Declarar ganador o perdedor en debate es aventurado porque no hay las condiciones de confrontar, simplemente ha sido un ejercicio que ayuda a ver juntos a todos y a escucharlos para ver si despierta el interés de conocer mejor a quien se nos va haciendo más atractiva o atractivo como para gobernar Tlaxcala, aún queda otro debate y mucha campaña por delante.