Por Fernando Tamayo

Iniciado el proceso electoral de manera formal el día viernes, nuestra Entidad se encuentra sumida en medio de una incertidumbre, tanto en las reglas del juego que deberán seguirse así como los periodos por los cuales los nuevos funcionarios serán electos.

Aunado al revés que la Suprema Corte propinó al Congreso del Estado respecto a la reforma electoral. Ahora se suma un nuevo revés a la llamada miscelánea, situación, que pone en jaque la certeza y legitimidad de una elección que desde ahora se vislumbra llena de desaciertos y vacíos legales.

Sí ya la pasada elección local se caracterizó por las incompetencias e ineptitud del Instituto Electoral de Tlaxcala lo que trajo como resultado un sin fin de recursos y acciones jurídicas, el órgano actual, responsable de organizar la contienda de 2016 ha comenzado con el pie izquierdo.

Sumido en una disputa con la Legislatura actual respecto a su presupuesto el ITE ha encontrado un cúmulo de inconvenientes que han ocasionado más dudas que anteriores árbitros a los cuales se les había criticado de sobremanera.

Por otro lado las reglas aun indefinidas con las cuales se regirá la elección ha provocado que partidos políticos y aspirantes desconozcan con claridad que es lo que estarán jugándose el próximo año.

Así, hoy el proceso democrático tlaxcalteca tiene más incógnitas que certezas. Esperemos que por el bien de nuestro Estado pronto los inconvenientes que se han encontrado en el proceso electoral se solucionen y permitan dotar de la legitimidad necesaria a quienes obtengan el triunfo. Al tiempo.

Desde la barrera

Las quinielas en el PRI se modificaron sustancialmente de un día a otro. La inscripción en el proceso interno del Revolucionario Institucional de Anabel Ávalos da cuenta de un proceso donde todo no estará planchado para el marianismo.