Índice de competitividad 2015
11 de noviembre - 2015

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Senadora Adriana Dávila Fernández

El Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. presentó el Índice 2015 de Competitividad Internacional 2015 (ICI 2015). La corrupción en México: transamos y no avanzamos, estudio que evalúa y compara la capacidad de 43 economías del mundo para atraer y retener talento e inversión en 131 indicadores, categorizados en 10 subíndices de dimensión distinta de la competitividad.

El ICI 2015 es la séptima edición de este estudio y en términos generales se obtuvo que la competitividad global de los países analizados bajó en promedio el 2 por ciento en el período 2011-2013, y se debió, principalmente a tres factores: El incremento en costos de la delincuencia y mínima o nula protección a acreedores; la existencia de menor estabilidad política, menos libertad de prensa y mayor presencia militar y en la inseguridad en internet, el incremento de costos en logística y menor calidad en el transporte.

El país mejor evaluado fue Suiza, por su economía estable, el manejo sustentable del medio ambiente, un buen mercado de valores y por la forma en que aprovecha sus relaciones internacionales.

Entre las naciones más competitivas, encontramos a Suiza, Noruega, Suecia, Irlanda, Japón, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Australia y Alemania, en las que su PIB per cápita equivale a $61,068 dólares, con una inversión promedio de $25,045 dólares por trabajador y con un 35 por ciento de su población económicamente activa (PEA) que cuenta con educación superior.

Entre los 10 países menos competitivos se encuentran Sudáfrica, Perú, México, Argentina, Rusia, Colombia, Indonesia, India, Guatemala y Nigeria; su PIB per cápita promedio es de apenas $7,233 dólares, la inversión por trabajador es de $3,312 dólares y sólo el 18 por ciento de su PEA cuenta con educación superior.

Entre 2011 y 2013 no está mal que México se posicione en mejores lugares en economía, el 26 y el número 27, tanto en gobierno eficiente como en el mercado de factores.

En contraparte, del total de 43 países, hay que destacar que en México aún persiste un rezago considerable en el rubro del estado de derecho.

Ocupamos el lugar 40, seguidos de Colombia, Nigeria y Guatemala; el 38, en el de sectores precursores de clase mundial y el número 37 en el de sociedad incluyente, preparada y sana. Esto significa que avanzamos del lugar 37 al 36, lo que aún nos coloca entre los 10 últimos lugares.

La corrupción influye de manera determinante en la calificación que recibimos en la evaluación del estado de derecho. Entre otros aspectos y como lo afirmó el director de Tecnología y Cambio Climático del IMCO, Rodrigo Gallegos, pesa el costo de la delincuencia en los negocios, los homicidios y la desconfianza en instituciones como la policía.

Más aún, coincido con la titular de Anticorrupción del Instituto, María Amparo Casar, en que la corrupción inhibe las acciones de los emprendedores y la inversión, así como disminuye el proceso productivo.»A la larga, la corrupción destruye valor, genera incertidumbre e inhibe la competencia».

Una vez más, los resultados que sobre nuestro país muestran estudios de instituciones dedicadas a medir índices de productividad, mejora en calidad de vida, estado de derecho, entre otros factores, no nos dan la mejor calificación y sí nos presentan datos de que el avance en el desarrollo nacional no va al ritmo requerido y de que en materia de corrupción no hay logros que destacar.

Si como lo establece el estudio de referencia, “un país competitivo es aquel que resulta consistentemente atractivo para el talento y la inversión y detona oportunidades de desarrollo y prosperidad para todos sus habitantes”, debemos estar conscientes de que aún hay mucho camino por recorrer.

Hay que trabajar cada vez más con mayor responsabilidad y compromiso en políticas públicas que, en primera instancia, coadyuven a la lucha contra la impunidad y la corrupción, en los que un buen número de esferas del poder han caído.

En tanto esto no se logre, los esfuerzos por fomentar la inversión, hacer crecer la economía, incrementar la competitividad, aplicar la ley, sancionar a quienes la violentan y consolidar el estado de derecho, serán en vano.