Rosalinda Muñoz, Anabel Alvarado y Ricardo García, así como el dirigente estatal Marco Antonio Mena van por el relevo generacional para la primera gubernatura de 4.8 años. Quedó cerrado un capítulo más en la normal rural de Panotla, el gobierno cedió a sus demandas pero llama la atención que el citado documento de exigencias sea confidencial

Por Edgardo Cabrera

Mientras en la oposición las tendencias de sus prospectos a la gubernatura va con personajes maduros en la política, incluso con derrotas sobre su espalda, en el PRI sabemos que la instrucción es en el mismo sentido de la elección federal: los aspirantes deberán ser jóvenes (entre los 30 y 40 años de edad) y ganadores.

Del lado del marianismo existen 4 nombres que están en un proceso de medición permanente hasta que concluya el año.

Se tratan de los diputados federales Rosalinda Muñoz, Anabel Alvarado y Ricardo García, así como el dirigente estatal Marco Antonio Mena.

De éstos saldrá la propuesta que se le presentará tanto al presidente Peña como al dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones.

Si bien la regla es no adelantarse en la competencia, los 4 tienen luz verde para trabajar en busca de ganar posicionamiento.

Los diputados federales corren el riesgo de rezagarse rápidamente debido a sus tareas en la Cámara baja y, como ha sido una costumbre, su descuido para estar vigentes y presentes en la entidad.

En tanto que el dirigente estatal tendrá encima los reflectores y las presiones de miles de aspirantes que quieren ser desde presidentes de comunidad o miembros de ayuntamientos, hasta aquellos que ya se despedazan en busca de una diputación o alcaldía.

Del lado contrario Anabell Ávalos, Guadalupe Sánchez Santiago y Noé Rodríguez tienen ganas e intenciones, no lo ocultan, pero sus estrategias deberán ser mejor pensadas.

La confrontación con el gobernador solamente les complica más el camino por lo que no sería raro verlos integrándose a otros partidos, aunque con mínimas posibilidades de ser candidatos a la gubernatura.

Top secret

Parece que quedó cerrado un capítulo más en la normal rural de Panotla, el gobierno cedió a 90 por ciento de sus demandas contenidas en un pliego petitorio de más de 70 puntos.

Llama la atención que el citado documento de exigencias sea confidencial, nadie ajeno a las normalistas y a las autoridades educativas lo conoce, esa fue una condicionante que pusieron las alumnas.

¿Porqué ocultarlo?, ¿cuál es su temor?

Del pliego se conoce lo que a ellas les interesó informar, el tema del incremento de la matrícula escolar, la reducción a 6 del promedio mínimo para ingresar, y su demanda de más raciones alimenticias.

Pero se sabe que también en ese documento exigen desde marcas específicas de los productos que se les dota como parte de su canasta básica, hasta realizar mantenimiento semanal a la alberca que tienen en la institución.

Al igual que su pliego, hay otros temas como el rendimiento escolar o los resultados de los exámenes de admisión que se mantienen ocultos.

Y es que se sabe que las futuras docentes no alcanzan ni el 7 en las evaluaciones para ingresar y que en materia de aprovechamiento nunca figuran las de Panotla en el plano nacional.

Tampoco se permite el acceso a la prensa a la institución para corroborar la veracidad de las supuestas precarias condiciones en las que habitan, todo eso es top secret.

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