Sin mayor contratiempo fue aprobada la reforma político-electoral en los ayuntamientos y, vale decir, en tiempo récord, los alcaldes izquierdosos se hicieron los occisos y a excepción prefirieron no tocar el tema en sus cabildos. Luego de la violencia desatada entre la población católica, justos pagaron por pecadores en Ayometla

Por Edgardo Cabrera

Sin mayor contratiempo fue aprobada la reforma político-electoral en los ayuntamientos y, vale decir, en tiempo récord.

Esta misma semana se espera ser enviada al Ejecutivo estatal para su respectiva promulgación con lo que entrará en vigor la homologación de las elecciones locales con las federales, la reducción de 32 a 25 diputados locales y, por única ocasión, el ejercicio de gobierno tendrá un periodo de 4 años 8 meses para el próximo Ejecutivo, legisladores y alcaldes.

El llamado del PRD no tuvo mayor eco, los alcaldes izquierdosos se hicieron los occisos y solamente se dedicaron a esperar a que los cabildos con mayoría priísta y panista palomearan la reforma constitucional.

Bueno, en el caso de Chiautempan, el alcalde Antonio Mendoza no tuvo empacho en convocar a sesión para avalar la nueva norma electoral. Aunque junto con su síndico no votaron, en la práctica no necesitaban hacerlo, su mayor aportación fue llamar al cabildo al que arribaron aleccionados tanto regidores como presidentes de comunidad.

Ya con el nuevo marco electoral, existirán grandes retos para los institutos políticos que, de querer tener un asiento en Congreso, deberán trabajar como nunca para ganar simpatías y sumar votos.

La posición acomodaticia de algunos políticos acostumbrados a las “pluris” provocará grandes pleitos internos por alcanzar los primeros lugares de los listados de candidatos de representación proporcional, ya que solamente tendrán garantizado 1 escaño.

Al igual que en el plano federal, se enfrentarán también a las figuras de los candidatos independientes y, en el caso de los diputados, a la figura de los aspirantes “dúplex” que abre la posibilidad de competir por un escaño por la vía de la representación proporcional y de manera simultanea inscribirse por la vía plurinominal.

Pecadores

Luego de la violencia desatada la semana pasada entre la población católica, justos pagaron por pecadores en Ayometla luego de que el obispo Francisco Moreno Barrón determinó degradar la parroquia de Santa Catarina y erigir en su lugar la de San Marcos Contla.

Con ello transfirió al sacerdote René Hernández con todo y cargo a la comunidad vecina, es decir, cumplió la exigencia de los inconformes de sacarlo pero los castigó al convertir a simple templo el inmueble que decidieron cerrar desde hace 4 meses.

La decisión difícilmente dejará contento al grupo antagónico al párroco y pese a lo que diga el obispo el gran ganador es precisamente él.

Además del conflicto social y religioso, como pretende ser visto, en los hechos hablamos también de una disputa en lo económico. A la fecha ni el sacerdote René Sánchez ni Francisco Moreno han aclarado cuánto dinero ingresaba a la parroquia de manera anual, no solamente por los cobros de trámites como bodas, bautizos y defunciones, sino por el origen, monto y destino de generosas donaciones de las que se supo luego de que estallara el conflicto.

Tal y como se exige en las instituciones públicas, a la iglesia católica le hace falta conducirse con transparencia y hacer del dominio de sus feligreses un balance de ingresos y egresos, no perdamos de vista que al ser aportado por la población estaríamos en el supuesto del ejercicio de recursos de origen público.

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