Una vez más
19 de mayo - 2015

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Por Fernando Tamayo

Si ya de por sí resultaba grotesca la forma en que los integrantes del Poder Legislativo del Estado se había comportado durante la primera mitad de su mandato, lo ocurrido la semana anterior es algo que debe cobrar factura a aquellos que están pensando en continuar con su “carrera política” tras concluir con su encomienda en el Congreso.

El viernes anterior nuestros diputados locales dieron una muestra clara que lo suyo nada tiene que ver con la construcción de acuerdos y legislar en beneficio de la ciudadanía, y que su capacidad política sólo aparece cuando se trata de saciar interés personales como aquello de basificar a sus familiares y allegados.

La prolongación de la aprobación de la reforma electoral no es poca cosa, sobre todo cuando está en juego la adecuación del marco normativo local con el federal y cuando la misma sirve como base para el mejoramiento del sistema político tlaxcalteca y la construcción de un mejor modelo democrático en la Entidad.

Los motivos y conflictos personales y políticos entre las distintas bancadas al interior del Congreso del Estado han dado como resultado que la legislatura tlaxcalteca sea considerada a nivel nacional como un cuerpo legislativo incapaz de homologar las leyes electorales con la reforma federal, y con ello transitar hacia mejores escenarios políticos.

La reducción de legisladores y la concurrencia de elecciones federales con locales son los temas que han impedido el consenso. En el caso de la disminución de representantes populares, el problema radica principalmente en que la bancada del PRI a través de su líder y Presidente de Partido ha sido incapaz de explicar debidamente lo que motivaría dicha reducción.

Por lo que hace a la homologación de elecciones, el asunto tiene que ver con el hecho de decidir sobre el periodo que debe estar al frente del ejecutivo el próximo Gobernador. La disyuntiva no es menor dado que en todos los institutos políticos existen un buen número de suspirantes y que el panorama sucesorio es poco claro y permite la posibilidad de victoria a todos los grupos.

Así los legisladores locales se encuentran más preocupados por lo que pueda venir para 2016 que aquello que deben realizar por tratarse de un mandato proveniente del pacto federal, como lo es la aprobación de la reforma electoral y lo que ella trae consigo. El tiempo se acaba y las deudas de la LXI son cada vez mayores con sus representados. Al tiempo.

Desde la barrera

El día de ayer tuvo que entrar la iglesia católica para detonar el interés de la ciudadanía respecto a la elección federal de este año. El discurso del Obispo, a pesar de realzarse en el marco de un acto eminentemente religioso como lo es la procesión de la virgen de Ocotlán, estuvo plagado de realidades, principalmente por el hecho de señalar que tanto nuestro país como Tlaxcala sufren una crisis de credibilidad respecto de las instituciones. Esperemos que pronto la clase política se dé cuenta que la ciudadanía está ávida de campañas donde existan compromisos reales y propuestas posibles.