Por Ivonne Leyva

De los datos alarmantes del proceso electoral siempre lo será, los delitos electorales, en los que no sólo se induce y coacciona al voto, sino que se despliegan conductas de servidores públicos que se les ha hecho costumbre y que a pesar de saber que son tipificadas como delito, incurren en las viejas prácticas.

Y es que no es para menos mencionar, por parte del titular de la FEPADE, quien dijo tener «un total de 4 mil 597 denuncias en trámite, más mil 200 actas circunstanciadas ante esta situación se ha establecido un programa de abatimiento del rezago y mensualmente estamos consignando ante los jueces, un promedio de 130 averiguaciones previas».

Por lo que deja mucho a luz, que a pesar de que el órgano administrativo electoral ha querido hacer transparente este proceso, las malas prácticas ejercidas durante muchos años, han aumentado las denuncias por delitos electorales, en las que se han identificado por lo menos tres conductas delictivas recurrentes que practican ciudadanos y militantes de partidos políticos.

Las conductas constitutivas de delito que recurrente se presentan son por el uso de programas sociales por parte de servidores públicos, sigue siendo una medida de presión para que todos aquellos beneficiados en los programas sociales, a cambio de una mísera cantidad o entrega de insumos comprometa su voto, el cual no debemos olvidar, es libre y secreto.

Un segundo tema que tiene que ver con domicilios irregulares, que ha sido una conducta frecuente en las denuncias que se han presentado, es decir, aquellos ciudadanos que realizan cambios de domicilios inexistentes, o en domicilios que pertenecen u ocupan diferentes personas, con el único afán de votar en el distrito que convenga a sus intereses.

Y uno de los delitos más denunciados tiene que ver con el presunto uso del padrón electoral, que entre otros usos lo hemos visto utilizado para la distribución de propaganda de los partidos políticos, ya que, a cuantos de nosotros nos ha llegado hasta nuestro domicilio información, vales para el cine, o invitaciones a actos de campaña, por citar algunos, en correspondencia con nuestro nombre completo y la dirección que aparece en nuestra credencial de elector, y eso sin mencionar el bombardeo constante a los celulares a través de los mensajes de texto de tal o cual partido o las llamadas a tu teléfono celular para darte información (que no has solicitado, ni autorizado) de un determinado partido político.

Por lo que a decir del titular de la FEPADE se cuenta con representación de esta fiscalía en todos los estados de la República Mexicana, los cuales cuentan con atribuciones de recibir, dar trámite y seguimiento a las carpetas de investigación que se inicien con motivo de una denuncia, por lo que dentro de esta mala noticia, lo rescatable es que el ciudadano ha decidido denunciar estas conductas y no quedarse callado; así que denúncialos a la FEPADE.

Y como dato, los estados con mayor número de denuncias electorales durante el mes de marzo fueron Sonora y Veracruz, pero para el mes de abril se espera que sean Estado de México y Veracruz, pero advirtió que habrá que esperar el cierre del mes. Esperemos que disminuyan las denuncias y se incremente el índice de participación ciudadana.

Agradezco la atención a este artículo de opinión y espero como siempre sus comentarios al correo electrónico a ivonne_ley@live.com.mx.