Marcha por la vida
27 de abril - 2015

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Pbro. Ranulfo Rojas Bretón

Las calles del centro de la ciudad de Tlaxcala se llenaron de personas convocadas a una manifestación a favor de la vida y por ello contra el aborto. No debiera extrañarme que algunos comunicadores minimizaran el evento e incluso dijesen que asistieron cerca de 1500 personas o incluso 3500 en pleno desconocimiento de lo que pasó. Habría que estar ahí para poder captar la multitud presente o ver las imágenes de los diarios o las que circulaban en las redes, pero lo que me tocó ver en plena subida de la calle Morelos y Pavón ahí rumbo a la iglesia del vecinito, era impresionante, desde esa curva, hasta la calle Porfirio Díaz la marcha se veía magnificente. Pero bueno la percepción de cada uno se respeta, aunque atendiendo al profesionalismo de comunicador o si se pudiese un poco más, o sea, a la ética, lo dicho por algunos debería ser diametralmente opuesto.

Lo mismo se puede decir de los calificativos utilizados, pues de mentirosos, manipuladores, desinformados, alarmistas, ignorantes, polarizadores no nos bajaron tanto algunos comunicadores como dos grupos de activistas y me incluyo no solo por ser parte de la iglesia católica que la convocó, también por estar cerca del obispo en la convocatoria y estoy convencido de que esos calificativos están muy pero muy lejos de la realidad. No obstante, respeto sus puntos de vista aunque me parece que si valdría la pena leer los escritos que se emiten porque así se podría tener mayor claridad de los objetivos buscados y por ende los comentarios estarían más fundamentados.

En todos los escritos que se leyeron y entregaron a la prensa, siempre aseguramos que el recurso de inconstitucionalidad promovido por el maestro Francisco Mixcoatl Antonio ante la Suprema Corte no buscaba la despenalización del aborto en Tlaxcala, de hecho sabíamos que el recurso fue promovido por el comisionado por la reforma al código penal que la anterior legislatura había realizado y que al parecer del comisionado criminalizaba a las mujeres. Al entregar las firmas en la CEDH dije: “El recurso de inconstitucionalidad que, como presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Tlaxcala, usted promovió ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sabemos que, si bien no tiene como finalidad promover la despenalización del aborto en Tlaxcala, sí creemos que su discusión en la Suprema Corte puede abrir las puertas a la posible de despenalización del aborto, no sólo en Tlaxcala, sino también, por jurisprudencia, en todos los Estados de la República”. Así que el riesgo que se preveía sucediera en la Corte hizo que se realizara esta movilización. El obispo al iniciar la marcha fue claro al expresar: “Existe la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declare procedente y fundada la acción de inconstitucionalidad promovida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tlaxcala y que, por argumentación jurídica, propia de la Comisión o de los ministros de la Suprema Corte, se derive la invalidez de los artículos impugnados, e incluso alcance a que el aborto deje de ser un delito en Tlaxcala, y que pudiera tomarse como modelo en otros Estados de la República”.

El riesgo de que la “argumentación jurídica” propia de los ministros de la Corte llevara el tema a un escenario complicado para toda la República también lo preveían en los Estados de la República y los obispos de México que al terminar su Asamblea ordinaria del mes de abril convocaron a una campaña permanente de oración. El riesgo era que tomando como circunstancia el recurso de inconstitucionalidad presentado, se llegara al reconocimiento del derecho de la mujer a interrumpir el embarazo o sea reconocer el derecho a abortar. Por eso se le pidió a la Suprema Corte y así lo expresó el obispo en su mensaje antes de iniciar la marcha: “Juntas y juntos pedimos a la Suprema Corte de Justicia que atienda estrictamente lo que la comisión de Derechos Humanos está planteando, que se pronuncie sobre eso, y que no desvíe su atención a discusiones que no estén planteadas en la acción de inconstitucionalidad y que pongan en riesgo que el aborto deje de ser por sí mismo un delito”.

También se manifestó el derecho del Estado a legislar y el conocimiento que se tiene del código penal especialmente del artículo 243 y las causales que hasta antes de la reforma hecha el jueves pasado contenía. El obispo expresó: “Somos conscientes de que hay mucho más que reflexionar respecto a la vida en la legislación vigente de nuestro Estado de Tlaxcala, donde se determinan cuatro casos de excepción para el aborto. Aunque muchos no estemos de acuerdo, reconocemos que el Estado debe legislar lo que considere conveniente para el bien común en esta materia, escuchando al pueblo y siendo sensible a su idiosincrasia”.

De ahí que la finalidad de la marcha fue expresada en estos términos: “¿Cuál es la finalidad de esta marcha? Manifestamos un Sí a la vida y, en consecuencia, un rechazo a cualquier posibilidad de despenalizar el aborto en Tlaxcala, y a que, por jurisprudencia, pudiera suceder lo mismo en otros Estados de la República Mexicana. He aquí nuestra gran responsabilidad hacia dentro y hacia fuera. Nosotros, como Tlaxcaltecas, hemos aportado grandes beneficios a nuestra patria a lo largo de la historia, no sólo como cuna de la evangelización, sino también en otros ámbitos de la cultura, las ciencias y las artes. No abramos la posibilidad de que seamos causa del atentado legal a la vida humana en toda nuestra patria.

Nosotros no venimos a señalar personas individuales ni a determinadas instituciones de nuestra sociedad. Estamos aquí para manifestar públicamente que amamos y defendemos la vida humana desde su concepción hasta su término natural. Por eso, entregaremos en la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tlaxcala y en la Suprema Corte de Justicia de la Nación las numerosas firmas recabadas en estos cuatro días, mas las que se acumulen en los días siguientes”.

Y por supuesto que hay conciencia de realidad y de obligación de formación que tenemos. Dijo el obispo: “Por otra parte, que esté permitido el aborto en casos particulares, no significa que se tenga que realizar. De ahí la obligación que tenemos de ayudar en la formación de la conciencia, para que el hombre y la mujer decidan de manera libre, consciente y responsable en casos como éstos.

Al proclamar y proteger la vida humana en nuestro Estado de Tlaxcala, sabemos de las dificultades que enfrentan las mujeres embarazadas por violación, inseminación artificial no consentida o que están expuestas a un grave daño a su salud o al peligro de muerte, casos en los cuales no es punible el aborto en nuestra legislación vigente”.