Factor
27 de abril - 2015

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Las victorias y las derrotas de junio próximo tendrán su peso en la recomposición de los grupos al interior de los partidos de cara a la definición de sus candidatos a la gubernatura. En pleno proceso de campañas, más que propuestas, nos enfrentamos a la permanencia, estabilidad y consolidación de proyectos grupales o personales

Por Edgardo Cabrera

Aunque a la gran mayoría de la población las elecciones intermedias -y en particular las federales- les resultan de poco interés, para los partidos políticos son factor para la competencia estatal del próximo año.

Las victorias y las derrotas de junio próximo tendrán su peso específico en la recomposición de los grupos al interior de los partidos políticos de cara a la definición de sus candidatos a la gubernatura, y por supuesto de aquellos que competirán por las diputaciones y las presidencias municipales y de comunidad.

En el PAN se encuentra en juego el futuro de Adriana Dávila, Aurora Aguilar, Alejandro Aguilar y Adolfo Escobar. Aunque hay quien lo niega, en los hechos la decisión de la candidatura a la primera magistratura del estado indudablemente será influenciada por los resultados de junio próximo, analicemos:

Adriana empezó muy bien el proceso interno de su partido (en el que forzosamente debemos contar la renovación de la dirigencia estatal cuando ganó con Carlos Carreón), pero al final los dividendos no fueron del todo favorables. De los 3 distritos en competencia, únicamente pudo colocar candidato en el distrito I, el ex alcalde Orlando Santacruz.

En el caso de las plurinominales se le atribuían 2 espacios luego de la elección interna (el de Claudia Pérez y Juan Corral), sin embargo a la hora del acomodo definitivo de la lista de la cuarta circunscripción brotaron las diferencias con lo que al final sólo se quedó con el ex delegado del ISSSTE mientras que la juez rompió con el grupo inconforme por no darle en automático la posición privilegiada pese a ganar en la interna.

Del otro lado, el bloque identificado con el líder nacional Gustavo Madero y el gobernador poblano Rafael Moreno ganó los espacios de Miguel Ángel Polvo y Lilia Caritina, quienes compiten en el II y III distrito, respectivamente.

El grupo que logre el triunfo de sus candidatos ganará mayor poder frente a los actores nacionales que meterán –como siempre ocurre- sus manos para palomear al candidato panista a la gubernatura.

En el lado del PRI el marianismo operó hábilmente al interior del partido lo que les permitió colocar a los candidatos por los 3 distritos sin mayores inconformidades ni impugnaciones.

Del triunfo de Rosalinda Muñoz, Anabel Alvarado y Ricardo García dependerá la estabilidad al interior del tricolor ya que ello significaría que la apuesta del relevo generacional fue la correcta.

Ante este posible escenario, algunos de los perfiles forjados durante el presente sexenio estatal tendrían amplias posibilidades de ser candidatos a la gubernatura, por ejemplo, Marco Antonio Mena.

De ocurrir todo lo contrario y en caso de no refrendar ni siquiera el distrito I, donde hace 3 años ganó Guadalupe Sánchez Santiago, el beatricismo resurgirá para tratar de tomar las riendas del partido y disputar las candidaturas del 2016. No sería raro ver de regreso a Noé Rodríguez.

Por el lado de la izquierda el escenario resulta también complejo y las elecciones de junio por supuesto que serán factor en la recomposición de los partidos, grupos y candidateables.

De entrada el PT y Movimiento Ciudadano compiten por la supervivencia de sus siglas. Ambos partidos enfrentan crisis frente a Morena, instituto que se ha dedicado a cachar a los militantes inconformes.

Mientras que el PRD se juega su posición en la cúspide de los partidos izquierdosos ya que los amarillos disgustados han buscado el cobijo de Andrés Manuel López Obrador.

Martha Palafox y Lorena Cuéllar actualmente son serias exponentes para el 2016, pero del resultado que obtengan en junio sus partidos dependerá cómo arrancan la carrera. Siempre es ilustrativo el caso de Minerva Hernández a quien le bastaron unas cuantas semana para desinflar sus años de precampaña.

Tampoco hay que perder de vista que los 10 partidos políticos con registro participan solos y eso evidenciará la capacidad de la estructura que cada uno posee.

Paralelamente a los resultados de la jornada de junio, la reforma electoral que se apruebe en el Congreso local contribuirá a la construcción de candidaturas dado que por única ocasión la próxima gubernatura tendrá un periodo de 4 años 8 meses, el mismo lapso para el que serán electos los próximos diputados locales y alcaldes.

En pleno proceso de campañas, más que propuestas en beneficio de los tlaxcaltecas, nos enfrentamos a la permanencia, estabilidad y consolidación de proyectos grupales o personales, esa es la realidad.

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