Más que un acto de justicia, la detención del ex alcalde de Ayometla se interpreta como una revancha por parte del titular del OFS. Mientras a Virgilio se le denunció por anomalías que ascienden a 140 mil pesos, el señor Ixtlapale -con desfalcos que llegan a los casi 200 millones de pesos- sigue en la impunidad

Por Edgardo Cabrera

Más que un acto de justicia, la detención del ex alcalde de Ayometla, José Virginio Esteban Saucedo Zempoaltecatl, se interpreta como una revancha por parte del titular del OFS, Luciano Crispín Corona.

Resulta que antes de ser presidente municipal, Virgilio fue empleado del Órgano de Fiscalización Superior y todo indica que llegó gracias al apoyo del entonces titular de ese ente, el finado Florentino Flores Xelhuantzi.

Tras el arribo de Crispín a la cabeza del ente auditor se produjo una limpia de personal, sobre todo de aquellos relacionados con Florentino. Ahí empezaron los enconos con Saucedo Zempoaltecatl quien al final terminó fuera.

Ya como alcalde, tanto reporteros como diputados y personal de la LX Legislatura fueron testigos de las diferencias entre ambos.

Las peleas eran públicas durante las audiencias a puertas abiertas que realizaban los miembros de la Comisión de Finanzas y Fiscalización en busca de subsanar las anomalías que se encontraban en la revisión de las finanzas.

En esos tiempos, cuando trataban de ser transparentes en el proceso de fiscalización, Virgilio tachaba de ignorante a Crispín, a quien en más de una ocasión le puso en duda su título de contador.

El tiempo y la renovación de la legislatura le dieron la oportunidad al auditor de cobrar revancha al recomendar la reprobación de esa cuenta –la del 2013- al detectarle observaciones por 139 mil 712 pesos que motivaron al OFS a presentar de forma INMEDIATA la denuncia penal por el delito de abuso de autoridad.

La agilidad que se le dio al caso de Ayometla desde el Órgano motivó su aseguramiento y puesta a disposición ante el Ministerio Público, algo que no ha ocurrido con otros ex alcaldes que presentan observaciones millonarias.

Caso concreto

Si alguien duda del sesgo en la actuación del OFS basta revisar el caso más grave del ejercicio fiscal 2013.

Se trata de Carlos Ixtlapale, ex alcalde de Huamantla, quien lleva el récord de observaciones de Tlaxcala en materia de recursos federales y estatales.

Le fue reprobada la cuenta, pero a diferencia de Ayometla las observaciones superan los 100 millones de pesos. Solamente en materia de fondos federales la ASF demanda reintegrar más de 37 millones de pesos.

El actual alcalde, Alejandro Aguilar, advirtió que el desfalco a la comuna supera los 190 millones de pesos entre deudas, obras inconclusas y no ejecutadas, contratos incumplidos, laudos laborales, entre otros gastos que no tienen comprobación.

Se desconoce si a la fecha el OFS ha presentado la denuncia correspondiente en contra de Ixtlapale y no dudamos que se planteé “floja” para impedir su inmediata consignación.

Bendita impunidad y revanchas.

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