Cartel Navideño
23 de noviembre - 2014

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Por Gerardo Orta

Como ya es tradición, el próximo 25 de diciembre en Apizaco habrá corrida de toros navideña.

El cartel luce atractivo por donde se le vea. Nos adelantan que en el monumental coso apizaquense hará el paseíllo el francés Juan Bautista, el tlaxcalteca José Luis Angelino, y el boyante Joselito Adame de Aguascalientes.

El empresario Carlos Tamayo confió a este redactor que los toros serán de la brava dehesa de De Haro.

En próximas fechas se hará el anuncio oficial.

Para el 2015, en el marco de los festejos de la feria de Apizaco, ya hay pláticas con el mejor rejoneador del mundo. Usted ya sabe de quién se trata. También estará uno de los Angelino.

El toreo solidario

La semana pasada durante la cuarta corrida de la temporada grande en la Plaza México, el torero español Juan José Padilla, dio una muestra de solidaridad para el país entero.

En momentos de tristeza y hartazgo general en México, el jerezano ofreció el brindis de su primer toro a las familias de los 43 jóvenes normalistas desaparecidos en Guerrero.

El problema social en México ha trascendido fronteras. Allende los mares, también calan profundo las noticias que informan sobre la inseguridad en el país.

El torero español demostró estar enterado de lo que pasa no sólo en el mundillo taurino, sino en el resto de los ámbitos sociales de nuestro lastimado país.

¿Los antitaurinos valorarán la trascendencia que tiene el toreo, incluso en momentos como estos? No lo creo.

Elegancia

Y hablando de esa corrida, la cuarta en La México, el torero potosino Fermín Rivera nuevamente cautivó con su toreo a la sensible afición capitalina.

Fermín es un torero serio que quizás no tiene demasiada conexión con el tendido. Lo que conecta son sus formas de torear, elegantes, ortodoxas y recias, eso es lo que importa.

El segundo toro de la tarde, primero para Fermín, parecía no ofrecer las prestaciones para el lucimiento, pero el toro fue un dulce en el último tercio.

No obstante, hay que subrayar que Rivera lo entendió a la perfección y le sacó sabrosos pases que cimbraron los cimientos de la monumental de Insurgentes.

Al grado estuvo de cortar la oreja de su primer toro, pese a que clavó la espada hasta el segundo viaje, la gente lo apreció y el juez lo premió con la oreja ganada a ley.

Fermín no es un torero que guste del aplauso fácil, sale a por todas con argumentos taurinos de sobra, el tipo se arrima, es elegante. Es el clásico torero que ejerce el toreo a la mexicana.

Algunos afirman que Fermín se ganó a pulso su reaparición en la segunda mitad de la temporada grande. Esperemos que la revolución le haga justicia a este torero de prosapia.

Con un mejor manejo publicitario y más corridas toreadas, Fermín Rivera seguramente se colocaría en los primeros lugares del escalafón taurino en nuestro país.

Imagínese usted un cartel con las tres dinastías sobrevivientes de nuestro toreo: Fermín Rivera, Diego Silveti y Fermín Espinoza Armillita.