Tlaxcala | Manuel Morales.- Un grupo de empresarios embotelladores y purificadores de agua para consumo humano de Tlaxcala y San Martín Texmelucan, descartaron que sus productos sean causantes de enfermedades renales en la región de Tlaxcala.

En conferencia de prensa convocada por el CET-Coparmex para defender a los inversionistas, dijeron que los valores en cuanto a metales como cadmio, arsénico y plomo como posibles causas de insuficiencia renal, no están presentes “en niveles detectables” en sus productos y que cumplen con la norma oficial ISO 22000:2005 del Instituto Mexicano de Normalización y Certificación.

Así el director general de Agua San Martín, Dagoberto Vargas Domínguez, acompañado del gerente de la planta FEMSA–Tlaxcala, César Reyes Chávez, y en voz de siete marcas de agua embotellada y en garrafón para consumo humano, negaron que sus productos sean de mala calidad o provoquen algún enfermedad.

Explicaron que el estudio que presentó la Senadora por Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros el pasado 7 del presente mes en el Congreso de Tlaxcala, sobre el “Estudio de metales pesados en agua de uso doméstico en el estado de Tlaxcala”, es una “mala interpretación”.

Ese día, el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alertó sobre la presencia de 18 elementos en metales pesados del agua para consumo en Tlaxcala, revelando que de 42 muestras en 28 municipios del estado se revisaron cuatro marcas comerciales como Ciel, San Martín, Electropura, Santorini y Aguafiel, que arrojaron niveles permisibles.

Por ello, la Coparmex Centro Sur, Marco Alfonso Santacruz Moctezuma como el titular de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios de Tlaxcala (Coeprist), Ignacio Ramírez Sánchez, defendieron a los empresarios que salieron al paso para aclarar los datos y evitar un daño moral y económico a su patrimonio.

El presidente de la Federación Centro Sur de la Coparmex, Marco Antonio Santacruz Moctezuma, dijo que el compromiso de esta representación es defender la calidad de las empresas que generan empleos, por encima de cualquier interés de tipo político u otro que pudiera haber para desacreditarlas.