¡Tomás a la Vista!
16 de noviembre - 2014

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Por Gerardo Orta

La semana pasada nos enteramos que Jorge Ávila, empresario y matador retirado, representará al torero español José Tomás en México.

La noticia quizás no tuvo mucho eco, no obstante, tal vez sea el inicio de una prometedora campaña en ruedos mexicanos por parte del esteta de Madrid.

De acuerdo a la información vertida en algunos medios especializados en información taurina, el empresario administra plazas de toros en Aguascalientes, Guadalajara, León, Monterrey, e Irapuato.

Quizás podremos ver a Tomás en alguna de esas plazas en 2015.

El reencuentro con la afición hidrocálida está más pendiente que nunca. Fue en 2010 cuando el torero sufrió la más grave cogida en su historia como matador de toros. Ocurrió en abril, en la Monumental de Aguascalientes.

Seguramente la afición desea ver a uno de los toreros con más empaque de toda la historia, es artista y clásico, cuestionado por su temeridad y aborrecido por otros. Pero el torero, siempre ofrece espectáculo, se para donde otros colocan el engaño.

Por el bien de la fiesta, esperemos que el próximo año haya arreglo para que José Tomás toree más corridas en México y no sólo una, como lo hizo este 2014 en Provincia Juriquilla, allá en la taurina sede queretana.

A propósito de Tomás…

David Silveti le otorgaría la alternativa. La prescripción médica lo impidió.

José Tomás había elegido a David Silveti como su padrino de alternativa, entró al quite otro grande de la fiesta, el hidalguense Jorge Gutiérrez.

16 años más tarde, José Tomas otorgó los trastos de matador de toros al hijo del Rey David.

Fue en Gijon el 12 de agosto de 2011. El de Madrid doctoró al guanajuatense Diego Silveti, esa tarde, en su primer toro se fue a los medios, volteó al cielo e hizo un brindis póstumo, seguramente su padre le sonrió.

El paseíllo lo hizo con el capote de paseo verde de su padre. Con la imagen de la virgen de Guadalupe bordado en la seda.

La similitud entre el toreo tomasista y silvetista, el de David, son de espanto.

Ambos toreros se quedaban en el sitio, quietos, se rozaban la taleguilla con los cuernos de los toros. Algunos dirían que son toreos tremendistas, que se buscan el percance.

El toreo de David Silveti emocionaba hasta las lágrimas, con un pase podía poner de cabeza a la plaza de toros.

El martes 11 de noviembre se cumplieron ya 11 años de su partida. El bien recordado David Silveti se quitó la vida la mañana del 11 de noviembre de 2003 en Salamanca, Guanajuato.

Torero cocido a cornadas. Sus piernas y rodillas eran tan frágiles como el fino cristal. Cuando era alcanzado por el toro, caía como una tabla, tan fácil de pinchar como a una mariposa.