¿Adelgazamiento legislativo?
26 de agosto - 2014

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Por Fernando Tamayo

Tras culminar el proceso de consolidación de las llamadas “Reformas Estructurales”, el Partido Revolucionario Institucional, a través de su Presidente Nacional, Cesar Camacho, decidió entrarle al terreno de las consultas ciudadanas, particularmente, con el objetivo de conocer el punto de vista de la población respecto a la eliminación de 100 Diputados y 32 Senadores federales plurinominales.

La iniciativa que al igual que la plasmada por el Partido Acción Nacional relativa al incremento del salario mínimo y la correspondiente del Partido de la Revolución Democrática relacionada a la Reforma Energética pasa por la ruta del populismo como preámbulo a las elecciones federales del próximo año.

El hecho de que los Institutos Políticos pretendan poner en boga un mecanismo de Democracia Participativa como lo es la Consulta Ciudadana, no es casualidad, por el contrario pretende posicionarlos en la palestra preelectoral para acaparar reflectores y así llegar fortalecidos a los comicios de 2015, donde se renovará la Cámara Baja.

Mientras las izquierdas no logran ponerse de acuerdo y por el contrario, han iniciado un proceso de migración de miles de sus seguidores al movimiento social convertido en Partido Político MORENA y los blanquiazules no logran superar el escándalo de los famosos “diputables”, el PRI ha emprendido una estrategia demagógica con el objetivo de dejar atrás la amarga sensación social de lo que fueron las reformas concretadas en semanas anteriores.

A simple vista la reducción y adelgazamiento del Poder Legislativo pueden  resultar positivos, sobre todo, cuando son los “representantes populares” los que menos credibilidad tienen por parte de la sociedad, dado que, para la mayoría de los ciudadanos su labor y trabajo en beneficio de la colectividad es limitado, por no decir, nulo.

Sin embargo, y dadas las características propias del sistema “democrático” mexicano, el terminar con el modelo de representación proporcional para dar paso únicamente al de la representación directa conlleva al hecho de elaborar una reingeniería institucional en retroceso, principalmente, cuando el partido en el gobierno tiene mayorías al interior de ambas Cámaras.

Y es que si bien es cierto los legisladores plurinominales son los que acceden a una curul sin obtener el voto popular de manera directa, también constituyen o al menos deben constituir la herramienta más eficaz y efectiva de pesos y contrapesos, frente a los partidos que, por sus características propias suelen considerarse fuertes en el momento de solicitar el voto popular.

Recordemos por ejemplo que en 1977, cuando se realizó la primera gran Reforma Político Electoral de este país, la inclusión del sistema de representación proporcional se estableció con el objetivo de permitir a las minorías contar con representantes al interior del Congreso de la Unión, y terminar así con el modelo de Partido Hegemónico que caracterizó a México en gran parte del siglo XX. Fue el principio de la democracia nacional.

El pensar, al menos en las realidades actuales por las que atraviesa la endeble democracia mexicana, que la eliminación de los representantes plurinominales resolverá el problema de eficacia y eficiencia por parte de los Diputados, constituye en sí mismo, una premisa poco coherente si lo que se busca es el mejoramiento del modelo representativo mexicano y solidificar el sistema de pesos y contrapesos.

Finalmente, con la discusión de la Reforma Política en la Entidad, los Diputados Locales tendrán en sus manos la posibilidad de discutir lo planteado por el PRI a nivel nacional y entrar al debate respecto de la disminución o no de representantes plurinominales, lo que sin duda será interesante dado que es precisamente el Revolucionario Institucional el que cuenta con la mayoría al interior de dicha Legislatura.

Desde la barrera

En días pasados el Presidente del Comité Estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Joel Flores Bonilla, presentó a los integrantes del Primer Consejo Consultivo de dicho Instituto Político en la Entidad.

Curioso resultó observar varios personajes que a lo largo de los años y en distintas trincheras se han mantenido en la arena política. Al respecto vale la pena preguntarles ¿Cuál es la causa por la que un movimiento social como MORENA decidió convertirse en Partido Político con las bases y normas del sistema electoral cuyo líder, Andrés Manuel López Obrador, tanto ha criticado y denostado? ¿Acaso no es una incongruencia en el discurso retorico de dicho personaje el obtener recurso público de parte de las instituciones que tanto ha desacreditado?

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