Candidaturas independientes (Parte I)
2 de julio - 2014

Por Ivonne Leyva

Entre las recientes reformas político-electorales destaca el reconocimiento de la Candidaturas Independientes, tema que debe analizarse a detalle.

Inicialmente debemos entender que un candidato independiente se puede considerar como otra forma de hacer política, pero también un medio idóneo de rechazo al modelo que venía funcionando, ya que refuta las formas tradicionales de hacer política al buscar romper las reglas del sistema en las que se privilegia a los propios partidos políticos.

El esquema de partidos maneja diversos idearios que los ciudadanos comunes reclamamos en el ejercicio del gobierno ya que ha propiciado la corrupción, desvío de recursos, nepotismo, burocracia, entre otros males.

En forma más concreta, las candidaturas independientes son una respuesta a la partidocracia mexicana, al sistema que ha privilegiado el monopolio de la representación política a través de los partidos.

También trata de contrarrestar la falta de democracia interna de los partidos.

Muchos de los candidatos independientes proceden de disidencias o escisiones de partidos políticos, en los cuales no han encontrado una oportunidad para expresarse. Su desconfianza está fundamentada en su fracaso o en la falta de interés de las élites partidarias para incorporarlos a los procesos políticos, sea como candidatos o sea como funcionarios de la propia organización partidaria.

Romper la partidocracia, por consiguiente, es un elemento fundamental a considerar en el desarrollo de una idea dirigida a cambiar las condiciones de competencia, equidad y presencia de la ciudadanía en los procesos electorales.

Los candidatos independientes no juegan el mismo rol según se trate de una sociedad abierta, democrática, o de una sociedad cerrada, autoritaria. Hay diversas tipologías de candidato independiente. En los sistemas abiertos, los líderes buscan su fundamento en un movimiento social. En los autoritarios, por el contrario, los movimientos sociales generalmente van en busca de un líder, de un candidato independiente, es decir, hay una gran dispersión ciudadana que busca expresarse y canalizarse a través de un candidato.

A lo largo de la historia en México, personajes políticos importantes no han tenido acceso a una candidatura para un cargo de elección, ejemplo claro y de grandes efectos es el Caso de Jorge Castañeda Gutman, quien fuera asesor del izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas durante su campaña presidencial en 1988, y en 2000 asesoró la candidatura del conservador Vicente Fox Quesada, quién después de triunfar en los comicios y tomar posesión como Presidente lo nombró Secretario de Relaciones Exteriores.

Motivado por sus aspiraciones políticas Independientes, inicia una batalla legal de defensa a ese derecho político electoral y es en el año de 2005 que la corte atrae el asunto dada la trascendencia social del amparo en revisión 743/2005 quien el pleno al resolver lo declara improcedente, por lo que inconforme el político denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

En la siguiente entrega veremos cuál es el fallo de la CIDH que sentó precedente para las candidaturas Independientes.

Me despido deseándoles una excelente semana y sigo atenta a sus comentarios a través del correo electrónico ivonne_ley@live.com.mx. Gracias