Tlaxcala | Redacción.- A 33 años de su muerte fue recordado el ilustre político

Con un llamado a retomar el ejemplo de Don Emilio Sánchez Piedras, el presidente municipal de Apizaco, Jorge Luis Vázquez Rodríguez, reconoció su labor como ciudadano, político y apizaquense, en el marco de  trigésimo tercer aniversario luctuoso.

“hagamos nuestra, su palabra y su ideología, su esfuerzo y su lealtad en los fines que perseguía, su liderazgo sustentando en el quehacer cotidiano y en el trabajo en equipo, su capacidad y habilidad para escuchar y atender las necesidades de su gente. Su visión y convicción para apoyar y confiar en la juventud”, dijo ante familiares el extinto Sánchez Piedras.

Vásquez Rodríguez, aseguró que el legado del Sánchez Piedras fue más allá de las palabras “fue un hombre que nunca dejo de luchar y cuya preocupación por la justicia social le permitió alzar la voz y pronunciarse ante el riesgo a la independencia y la soberanía de otros pueblos”.

Cabe señalar que en el marco este aniversario luctuoso, el Ayuntamiento de Apizaco se entregó la presea al mérito ciudadano “Emilio Sánchez Piedras”, a José Julio Sánchez Cervón destacado apizaquense que ha sobresalido por sus investigaciones en la materia de geográfica realizadas a lo largo de toda la república mexicana.

El galardonado recordó con nostalgia su infancia en Apizaco y por qué tuvo que abandonar su lugar de origen para migrar a la ciudad de México donde se convirtió en un destacado licenciado en Geografía egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México y lo largo del tiempo  se ha desempeñado como conferencista y coautor en siete obras didácticas que son aplicadas a estudiantes mexicanos.

En el homenaje luctuoso, además del presidente municipal de Apizaco y todo su cabildo  estuvieron los representantes de los tres poderes del gobierno, familiares de Don Emilio Sánchez Piedras, presidentes municipales, diputados, funcionarios estatales y por primera vez  cuatro exgobernadores, Tulio Hernández Gómez, Antonio Álvarez Lima,  Alfonso Sánchez Anaya y Samuel Quiroz de la Vega.