El Toreo es cosa seria
25 de mayo - 2014

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Por Gerardo Orta

La Fiesta de los Toros vivió, hace unos días, una racha negativa en cuanto a toreros enviados al hule por los percances sufridos en el ruedo, frente a la cara del toro.

Los más lamentables, el del forcado mexicano Eduardo del Villar en Seybaplaya, Campeche, en donde perdió la vida derivado de una cornada al intentar la pega a un toro de Rancho Seco. Por su parte, Luis Miguel Farfán, novillero, padeció también la cara trágica del toreo, pues murió luego de ser empitonado en un festejo celebrado en Yucatán.

Además, el pasado martes 20 de mayo en Las Ventas de Madrid, se suspendió el festejo taurino, en la que participaron los españoles David Mora, Antonio Nazaré y Jiménez Fortes.

La tercia sufrió percances que los llevó a la enfermería sin la posibilidad de regresar a matar sus toros.

También recuerdo el del torero francés, Sebastián Castella, quien sufrió fractura en la mandíbula y cornada en la axila derecha.

Lo ocurrido recientemente es un hecho inédito en la historia del toreo que lo único que demuestra, es que arrimarse al toro es cosa seria, no es broma ni existen desventajas del toro como muchos afirman, pues frente a éste, lo mismo puede morir el toro que el hombre.

Lamento, pero no me extraña a la vez, observar que la ignorancia de los “antis” se hace evidente al celebrar la muerte de toreros; festejar el percance y burlarse de la tragedia taurina.

Su ignorancia es tal que llegan al grado de desear la muerte a un humano, sin conocer todo lo que hay detrás de la fiesta de los toros, de la muerte de un animal bravo, imposible de domesticar. Ignoran también, la preparación física, mental y espiritual de aquel que se arrima a la cara del toro.

La muerte es inherente a la fiesta, ya sea de toro o torero, de la bestia o el hombre. El fatídico percance puede ocurrir en cualquier momento, ante el menor descuido.

Por eso, los aficionados entendidos aman la fiesta brava, la defienden y preservan acudiendo a las plazas. Saben que el toreo es cosa seria, que no se actúa ni se finge frente al toro, pues como lo escribió el maestro Pepe Alameda, “un paso adelante y puede morir el hombre. Un paso atrás y puede morir el arte”.

Festival de la Prensa

Ya la semana pasada se anunció el tradicional Festival Taurino de la Prensa, en el que actuarán tres toreros de Tlaxcala y uno más de España.

El elenco es de postín. Pese a ser un festival, el cartel es digno de cualquier plaza de primera categoría.

Rafael Ortega, Uriel Moreno “El Zapata”, José Luis Angelino y Eduardo Gallo, matarán –como ya es tradición en este festejo¬–, novillos de diferentes ganaderías tlaxcaltecas.

A ellos se suma el rejoneador Luis Pimentel de Huamantla, y los Forcados Teziutecos.

Como se ve, el cartel no tiene desperdicio; si a ello sumamos las modestas cuotas de recuperación, 150 general en sol y 200 en sombra, la plaza Jorge “El Ranchero” Aguilar lucirá como en sus mejores tardes. Éxito para los representantes de la Unión de Periodistas.

Por cierto que en el anuncio del festejo, el matador de toros Uriel Moreno hizo un comentario atinado. “Ojalá el festival se convirtiera en corrida de toros”.

No es descabellada la idea, sobre todo si consideramos el hecho de que el festival cumple ya once años de llevarse a cabo.

Tlaxcala es el único estado a nivel nacional que organiza y celebra un festejo de la prensa. Si se permite la comparación, sólo es equivalente a la Corrida de la Prensa en la Plaza de Toros de Las Ventas de Madrid, España, la cual se celebra desde el año 1900, en el siglo pasado.

Que haya suerte para todos en el festival de la prensa tlaxcalteca. Allá nos vemos.