Semana del Toro de lujo
18 de mayo - 2014

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Por Gerardo Orta

El Instituto Tlaxcalteca de Desarrollo Taurino (ITDT), se apuntó otro acierto. La semana pasada se anunció la realización de la “Semana de la Cultura, el Vino y el Toro”, un evento de máxima trascendencia para nuestro estado, en lo que refiere a la fiesta brava.

Del lunes 26 al sábado 31, Tlaxcala será sede de un evento de máxima cultura taurina, y en general para cualquier curioso adepto a representaciones artísticas, como lo son, la danza, la música, y la literatura.

Se anunció un concierto de pasodobles, guitarra, flamenco, y tres conferencias magistrales a cargo de gente del toro, involucrados en la fiesta que siempre aportan conocimientos, anécdotas y un bagaje cultural que, al taurino, le llenan de afición y argumentos para defender la más bella de todas las fiestas.

El elenco lo integran figuras como el Doctor, Rafael Loret de Mola, Rafael Sánchez de Icaza, así como los toreros, Ernesto Belmont y José Luis Angelino.

La preservación de la fiesta de toros no debe centrarse únicamente en asistir a las plazas, sino cultivarse sobre la fiesta, leer, consumir cine taurino, comprar revistas, saber de toros y toreros. Ser, pues, un aficionado puro.

Aficionado puro, como el que precisa Joaquín Vidal en su libro El Toreo es Grandeza:
“El aficionado puro, entre corridas, se documenta, lee tratados de tauromaquia, y es normal que posea sus propios cuadernos de notas donde recoge minuciosos datos de toros y toreros, el apunte crítico de cada corrida presenciada.

El invierno, que ya no es temporada, se le hace larguísimo, aunque lo aprovecha para estudiar nuevos tratados, ensayos y biografías, y sigue atentamente el desarrollo de la temporada americana, que durante la invernada española, está en todo su esplendor”.

Evidentemente el texto hace referencia al aficionado español, pero recordemos que el toreo no tiene fronteras, lo mismo ocurre con el verdadero aficionado en México, que espera con ansias la Temporada Grande en La México. Mientras, presencia festejos en Texcoco, Aguascalientes, Guadalajara, y Tlaxcala.

El pueblo podrá regocijarse con los eventos culturales anunciados, sobre todo, si se es enterado de la fiesta.
En la presentación del evento, el Director del Ballet La Forja, Daniel Rivadeneyra, lo dijo claro: En Tlaxcala huele a toros. No hay nada que contradiga ese dicho.

Gracias a los eventos de trascendencia –inclusive mundial–, Tlaxcala está involucrándose cada vez más al escenario nacional taurino al que durante varios años dejó de pertenecer.

Aún falta mucho por hacer para promover aún más la fiesta brava. La defensa se ha hecho y bien. Ojalá que en los próximos dos años y medio, al final del sexenio y gracias a la difusión que ha cobrado la tauromaquia, Tlaxcala se encuentre en los primeros lugares en promoción de la cultura y defensa taurina.

Sobre todo, que Tlaxcala distinga a nivel nacional por espectáculos de calidad en las tres plazas que albergan los taurinos municipios de Apizaco, Huamantla, y la capital, de lo contrario, los paupérrimos espectáculos que el aficionado ha presenciado, por ejemplo, en Apizaco, darán al traste con un espectáculo de por sí golpeado en la actualidad.